—Aaah —An Xiaxia gritó—. ¡Granuja! ¡Animal! ¡Perro!
—¿Tú me arrancas los pantalones y yo soy el animal? —Sheng Yize se quedó sin palabras.
Ella se ruborizó y le lanzó los pantalones de frustración.
—¿Ya no los quieres? —se burló.
—Mm... ¿Entonces me llevarás o no...? —se quejó malhumorada.
—¿Acaso dije que no te llevaría? —su sonrisa era hipnotizante.
Ella abrió sus negros ojos de par en par. ¿Así que ya había decidido llevarla y todo eso era solo para burlarse de ella? ¡¡Canalla!! Le dio algunos golpes con sus puñitos, luego gateó hasta estar debajo del edredón y se tapó hasta la cabeza.
Él sonrió y se acostó a su lado.
«Buenas noches. Dulces sueños.»
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El día siguiente, Sheng Yize llevó a An Xiaxia y a Nene Sheng con él al estudio donde se grabaría el comercial. Nene Sheng despertó con éxito los instintos maternales de todo el personal femenino cuando se reunieron a su alrededor.