An Xiaxia quedó estupefacta. Sr. Ídolo, ¿¡es posible que sea más descarado!?
«¿¡Cómo puedes tomar el dulce de una persona enferma!?»
Con el sabor amargo en su boca, ella dio saltitos tristemente. Sin embargo, Sheng Yize permaneció tan tranquilo como siempre. Sin más opciones, ella apretó los dientes y se lanzó sobre él. No obstante, puso mucha fuerza y lo derribó. Luego el impulso hizo que los dos cayeran del sofá. Él se convirtió en un amortiguador humano y cayó directo al suelo. Envuelta en sus brazos, ella apenas sintió una sacudida.
Sin embargo, no le podía importar menos donde estuvieran ahora. Lo tomó por el cuello, encontró su boca y presionó sus labios sobre los de él. Sus lenguas se encontraron y dudó un poco antes de apuntar al dulce en su boca... Él no esperaba que fuera tan... apasionada... Por un momento, no supo cómo reaccionar.
El cuerpo de la chica frotó el suyo, lo que lo "entusiasmó". Su rostro oscureció un poco y bajó la voz.