—¿Cómo? —convenció al capitán de Yeyang. Sabía que hoy no podrían evitar esta pelea y la gente de Yeyang nunca lo dejaría pasar. Si manejaba esto mal podría perder su autoridad en el equipo de básquetbol.
—Llevémoslo a un juego en línea entonces. Todos aquí saben jugar, ¿cierto? —dijo Qi Yanxi, levantando una ceja. Se le ocurrió gracias a An Xiaxia. De esta forma, podrían desquitarse en el juego y nadie saldría herido en la vida real.
—Capitán, acepta la oferta —susurraron dos jugadores de Yeyang que parecían eufóricos al escuchar la sugerencia—. ¡Tenemos dos jugadores muy buenos aquí!
El capitán asintió y miró a Qi Yanxi.
—Está bien, que sea así.
Jojo, dos de sus reemplazantes habían participado en torneos de e-sports y tenían excelentes habilidades. ¡Serían más que suficiente para encargarse de los novatos de Qixia!
