—¿Q-qué? —An Xiaxia levantó la vista, estupefacta.
—Esto de ser ídolo no significa mucho para mí—dijo con serenidad Sheng Yize. Esa cosa que estaba investigando daría resultados pronto. Pronto se confirmaría si ella era o no la persona que estaba buscando.
—¿Pero estás seguro de eso? —ella parecía bastante preocupada.
Por supuesto que quería ser su novia sin todo el escándalo, pero... pero ¿cómo le podría pedir que deje el mundo del espectáculo por ella? Él había hecho ofrecimientos todo el tiempo y ella solo había aceptado de forma pasiva. No merecía toda esa amabilidad, ni tampoco sentía que estuviera bien dar todo por sentado. Por alguna razón, sentiría que estaba en deuda.
—Sheng Yize, si eres tan bueno conmigo todo el tiempo... yo... —dijo ella con incomodidad. «Pensaré que todo es real.»
—¿Acaso no es eso lo que se supone que haga? ¿Ser bueno con mi novia? —él sonrió con todo el corazón.