Terminaron de cenar de forma escandalosa. El hermano mayor y Sheng Yize intentaron ser uno más listo que el otro, uno con su lengua feroz mientras el otro mantenía la compostura. Su acalorado intercambio verbal llenó el aire y era casi como ver un drama de TV. An Xiaxia no pudo evitar estallar de la risa.
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Debido al incidente del secuestro, Sheng Yize nunca se había preocupado tanto por ella como ahora. Además de hacer las apariciones públicas que eran absolutamente necesarias, pasó el resto de su tiempo con ella, temiendo que algo más le pudiera pasar. Hasta la llevó a su entrenamiento.
En la cancha de básquetbol.
El gimnasio interno tenía calefacción central y él llevaba una sudadera y pantalones deportivos. Se había cortado el pelo y lucía exactamente como un atleta atractivo debía verse. Ella babeaba con su nuevo look.