A An Xiaxia le estaba dando un dolor de cabeza su discusión y agitó su mano con impotencia.
—Ustedes dos siéntense, yo me quedaré de pie, ¿sí?
—¡No! —el par la rechazó al unísono.
Ella guardó silencio. En ese momento el bus se detuvo en una parada y una pareja con un niño se subieron. Al ver que nadie a su alrededor daría sus asientos, ella le pidió a los chicos que le dieran sus asientos a la pareja.
Se puso de puntillas para aferrarse al pasamanos. El chofer frenó con fuerza cuando pasaron por una parte llena de baches y ella perdió el equilibrio. Se fue hacia adelante y casi se cayó.
—Mi*rda. ¿¡Piensa que eso es manejar!? —Qi Yanxi se arremangó las mangas y lo insultó con una expresión feroz.
Ella le iba a decir que se calmara cuando Sheng Yize la atrajo a sus brazos. Gracias a su altura, no le afectó nada.
—Te puedes afirmar en mí—dijo con indiferencia.