—Xiaxia, nunca traes compañeros a casa ¿y así es como le hablas a un invitado? —el Papá An regañó suavemente a An Xiaxia y luego puso más comida en el tazón de Qi Yanxi—. Come un poco más. Los chicos solo crecen más con suficiente comida.
—¡Es lo suficientemente alto! ¡Un poco más y no le alcanzará el cerebro para toda esa altura! ¡Dámelo todo a mí! ¡Yo soy la que necesita crecer más! —se quejó ella.
Puf.
—Apenas mides 1.60 cm, ¿cierto? —él soltó una risita y la miró maliciosamente.
«Tu amigo Qi Yanxi acaba de usar un Ataque crítico.» An Xiaxia pudo imaginar esa oración en su mente. Totalmente frustrada, fulminó con la mirada a Qi Yanxi y regresó a comer sin decir nada.
Resultó ser una cena muy agradable.
Después de comer, An Yibei ayudó al Papá An con los platos, mientras que An Xiaxia arrastró a Qi Yanxi al primer piso y lo empujó por la entrada.
—Ya comiste. ¡Hora de irse!