—Las mujeres no están en una zona prohibida para mí... te lo advierto... auch... —Qi Yanxi escapó por poco del pie que apuntaba a su ingle y se dio cuenta de que no estaba a la altura de esa mujer intrépida. No tenía más alternativa que huir como un perro derrotado.
Qiao Mu, también conocida como la prima de An Xiaxia, dio un aplauso y resopló.
—Te faltan diez años para pelear conmigo... espera un minuto, ¿¡Fengfeng!? ¿Qué haces aquí?
Chi Yuanfeng también la reconoció y quedó desconcertado.
—¿Hermana Mumu?
—¿Se conocen? —preguntó tímidamente An Xiaxia.
—Es un artista de mi compañía... qué hace aquí... —Qiao Mu estaba impactada. Luego tomó la cara de An Xiaxia entre sus manos y la frotó—. Xiaxia, ¡date un pellizco! ¿Te duele?
An Xiaxia guardó silencio.
Después de darle una breve explicación a Qiao Mu, su rostro se iluminó.
—¿Así que Sheng Yize también está aquí? Oh dios, tengo que darle un poco de amor de hermana ahora.
