Apresó su cabecita entre sus palmas y forzó sus suaves labios. An Xiaxia estaba completamente impactada.
¿Es-estaba forzándola a besarlo?
¿Estaba soñando a Sheng Yize estaba drogado?
Se hizo estas preguntas de forma distraída mientras pestañeaba. A Sheng Yize le molestó su falta de concentración y aprovechó la oportunidad para abrir su boca a la fuerza y darle un beso más profundo.
—Mmm... —ella gimió. Intentó esquivarlo, pero no tenía adónde correr.
El beso pareció durar una eternidad antes de que él finalmente la dejara ir. La chica jadeó con las mejillas sonrojadas. Sus ojos se habían puesto llorosos, dándole la apariencia de un cervatillo aterrado.
Ella retrocedió unos pasos y esa acción subconsciente hizo que él frunciera más el ceño.