Ya estaban a mediados de octubre y An Xiaxia tenía que ponerse una chaqueta encima del uniforme escolar. Jamás vestiría algo tan delgado. Además, el vestido era muy fino y le parecía incómodo. Le bastaba un vistazo para saber que nunca podría costearlo...
Saltó de la cama y encontró dos pares de zapatos. Uno era un par de zapatillas y el otro uno de zapatos bajos. Ambos eran muy lindos y negros. Se puso los zapatos bajos. Pensó en echar un vistazo y ver si había forma de escapar...