¿Qué rayos? ¿Su cumpleaños? A An Xiaxia no le gustaba ese chico para nada y le respondió con un mensaje para rechazar la invitación.
—Ese día estoy ocupada. No creo que vaya.
Qi Yanxi respondió muy rápido y sonaba un poco enojado.
—¿Todavía no te digo qué día es y ya me dices que estás ocupada?
Ella quedo embobada por dos segundos antes de fingir una respuesta serena.
—Estoy muy ocupada últimamente.
—¿De verdad no vendrás? —la presionó.
Ella no sabía qué responder y decidió hacerse la tonta. Guardó el teléfono en su bolsillo sin contestar. Qi Yanxi yacía en la azotea y actualizaba su teléfono una y otra vez. La respuesta de An Xiaxia nunca llegó. Maldijo en voz baja y lanzó su teléfono.
Mu Li dio un respingo. Después de darse cuenta de lo que había ocurrido, fue a recoger su teléfono y dijo discretamente:
—No está roto. Todavía puedes usarlo.
Su gesto humilde y sumiso irritó aún más a Qi Yanxi.