—¡Lo dejaremos en un juego uno a uno de una sola ronda! —An Xiaxia levantó su delicado mentón, en absoluto intimidada.
Las cejas de Sheng Yize se juntaron mientras guardaba silencio. Chi Yuanfeng le dio un codazo y bajó la voz.
—Hermano, ¿no harás nada? Xiaxia es pequeña. ¿Cómo podría vencer a Qi Yanxi?
Estuvo a punto de llevarse a la mujercita, pero cuando vio lo confiada que estaba, por alguna razón, no interfirió, sino que solo se acercó un poco. Desde ese lugar, podía detener a Qi Yanxi en cualquier momento si llevaba las cosas al plano físico.
Si An Xiaxia quedaba arrinconada, él sería su escapatoria.
No obstante, ¿qué hacían saliendo de la escuela juntos? ¿Qué pasó con el juego uno a uno?
Él no era el único confundido. Todos los demás también quedaron completamente perplejos.
Sin más opciones, Sheng Yize tuvo que cambiarse de ropa, ponerse una gorra y una máscara y seguirlos a hurtadillas.
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