Sheng Yize sintió sus sienes palpitar.
—¿No tienes nada agradable que decir? Como agradecer a la persona que te acaba de salvar la vida...
An Xiaxia sonaba abrumada por la tristeza.
—¡No hay nadie alrededor y mi teléfono no tiene señal! ¡No tenemos comida! ¡Moriremos de hambre o devorados por animales en la noche! ¡Eso es todo, grabaré mis últimas palabras para mi papá y hermano! —se lamentó An Xiaxia.
Sheng Yize la observó con cara de póker mientras ella abría una aplicación de grabación con lágrimas cayendo por sus mejillas.
—Papá, hermano, los amo, pero en cualquier minuto moriré... Guardé todo el dinero que he recibido en Año nuevo en mi cuenta bancaria y la clave es el cumpleaños de papá. Son todos mis ahorros... pónganlos en un lugar seguro... Guardé dos paquetes de papitas en mi cajón. Recuerden sacarlos o expirarán... todas mis cuentas de juegos están en mi laptop pequeña. Véndanlas. ¡Valen mucho!