Ambos comenzaron a forcejear de inmediato y a luchar dentro del salón de clases. Varias chicas comenzaron a gritar. An Xiaxia se escondió en una esquina y observó la escena con miedo.
Ambos lanzaban puñetazos rápidos y feroces, como si tuvieran una disputa mortal e intentaran matar al otro con el próximo golpe. La lucha provocó que muchos escritorios y sillas se cayeran, pero ellos no daban señal de terminar. Desde afuera se escuchaban pasos y voces que se aproximaban al salón y An Xiaxia de inmediato gritó.
—¡Viene el profesor! ¡Deténganse!
Sheng Yize dudó un poco al escuchar su dulce voz y Qi Yanxi aprovechó la oportunidad de golpearlo con fuerza en la cara. Sheng Yize le devolvió el golpe y Qi Yanxi gimió de dolor. Sin embargo, cuando los supervisores del examen entraron al salón, todo estaba en paz y silencio.