—¡Cállate! —An Xiaxia había escuchado suficiente y le tiró un cojín a la cara. ¿¡Cómo podía hacer preguntas tan vergonzosas con ese tono serio!?
Sheng Yize atrapó la almohada, con una expresión ofendida en la cara que le recordaba a un Golden retriever. Luego fue a darse una ducha como una esposita herida. Cuando salió, ella se había quedado dormida.
—Buenas noches —susurró, acostado a su lado, después de arroparla.
Ella murmuró, se abrió paso hacia sus brazos como una experta y encontró una posición cómoda. Luego tronó los labios y se quedó dormida.
—Mañana te llevaré a un lugar —susurró él.
Sin embargo, la mujercita probablemente no lo escuchó.
-
Isla FX.
Con su fecha de parto acercándose, Su Xiaomo no podía dejar de pensar en todo tipo de ideas extrañas. Según la opinión profesional del Dr. He Jiayu, la mujer estaba paranoica.