Sheng Yize suspiró y dio una breve explicación, que también dejó a An Yibei con el ceño fruncido.
—¿La única opción es el aborto?
—No necesariamente, pero es la opción más segura para ella...
—Habla con ella —dijo, después de sopesarlo un momento—. Desde que era pequeña que le encanta que la adulen y que la aborden con suavidad. Dile algo agradable y llévala a la casa.
—¿Necesitas que te organice citas con mujeres? —le lanzó una mirada pensativa y sonrió con frialdad.
An Yibei reconoció el sarcasmo en su tono de inmediato. Después de un momento de silencio, habló en voz baja.
—Desde ahora en adelante, será mi hermana y nada más.
—De verdad eso espero o... —dejó la oración a medias para que él pensara en el resto.