An Xiaxia lo miró seria y silenciosamente. El chico vestía el uniforme negro y su corbata colgaba un poco suelta desde su cuello, dejando a la vista su linda clavícula y su piel bronceada. Pese a sus agradables rasgos faciales, tenía un aire agresivo y su rebeldía daba una impresión bastante intimidante.
Un silencio mortífero cayó en el salón de clases, tanto que An Xiaxia sintió que parecía forzado. Al ver a su alrededor, vio que todos estaban sentados en silencio y que parecían tener demasiado miedo como para respirar. Todos mantuvieron sus cabezas bajas. Algunas chicas temblaban como hojas de otoño en invierno. Era como si todos le tuvieran miedo a este chico y quisieran escapar de él como si fuera una inundación o una bestia salvaje.