Lo que quiso decir no necesitaba mayor explicación: An Xiaxia no merecía a Sheng Yize, ni por su origen, ni por su talento.
—Él mide 1,83cm y yo 1,60cm —An Xiaxia puso los ojos en blanco—. ¡Me tendría que poner zancos para estar a su altura!
—¡Sabes perfectamente bien que eso no es lo que quise decir! —Li Fanxing estaba tan furiosa que sentía ganas de gritar. Sin embargo, al pensar en todo el equipo a poca distancia, se dio cuenta de que tenía que guardar las apariencias. Conteniendo su rabia, habló entre dientes—. ¡Jum! ¡No te lo mereces! Burra buena para nada...
A An Xiaxia le salían llamas furiosas de la cabeza. Era una chica agradable, pero ¡eso no significaba que aceptaría lo que sea que le dijeran!
—Fanxing…
Estaba a punto de despotricar en su contra cuando alguien del personal gritó en la distancia:
—¡Es tu turno!
Ella resopló y se fue pavoneándose. An Xiaxia le mostró el dedo de en medio.