Su Xiaomo tomó su manga y levantó la vista hacia él, con los ojos titilando de admiración. ¿Había dibujado demasiados cómics románticos? ¿Por qué le parecía que esto era tan dulce? Aunque sabía que lucía estúpida, no pudo evitar reír. He Jiayu era... tan atractivo...
—¡No, por favor no! —Cabello Rizado Salvaje puso una cara larga—. Solo estaba bromeando... Calle de las flores, ¡por favor, termina tu trabajo! La revista se imprime mañana en la tarde y sin tu lanzamiento nuevo, ¡tus lectores prenderán fuego a nuestra oficina!
Parecía como si fuese a arrodillarse, lo que hizo que Su Xiaomo sintiera lástima por ella.
—Está bien, lo terminaré... —dijo con una mano en la frente.
—¡Eres la mejor! —Cabello Rizado Salvaje estaba eufórica. Luego lanzó una mirada inquisitiva a He Jiayu—. Y él es...
—Ah, mi novio —respondió Su Xiaomo con naturalidad.