La familia An.
Qi Yanxi engulló la mitad de la comida como un lobito. Luego se recostó en el sofá a ver TV mientras frotaba su hinchado estómago. Estaba claro que se sentía como en casa.
Sheng Yize fue a la habitación de An Xiaxia a ayudarla a estudiar. Le hizo un repaso los contenidos antes de avanzar a explicarle los capítulos clave. Desde un principio, había sido un estudiante extraordinario y puso todo su corazón en enseñarle. Repasaba la misma parte una y otra vez hasta que entendiera exhaustivamente.
—Tontita... ¿Lo entiendes ahora? —le dio un golpecito en la frente con su dedo.
—Mm... Supongo... —bajó la vista, avergonzada. Él no la presionó. Después de todo, no podía convertirla en un genio de la noche a la mañana. Le encontró un libro de ejercicios.
—Intenta con algunos problemas. Ven a buscarme si no puedes resolverlos.
Después de eso, movió su silla y se puso de pie. Ella lo miró confundida.
—¿Adónde vas?