"M**rda" ni siquiera empezaba a describir cómo se sintió Su Xiaomo en ese momento...
Secó el agua y miró a la chica con el rostro imperturbable. Su flequillo enrizado había desaparecido y también su dulce cita. Es más, le acababan de tirar agua como si fuera una amante con las manos en la masa.
Al ver que Su Xiaomo no le respondía, la chica con sombra de ojos quiso agarrar su pelo. Sin embargo, He Jiayu la detuvo y habló con un rostro indolente.
—¡Luo Qianxi, discúlpate!
Ella volteó hacia él con incredulidad y le llegó un débil recuerdo. Si mal no recordaba, ¡la chica era a quien He Jiayu había ayudado en el pub! La había ayudado ese día y la había traído a comer aquí. Así que probablemente estaban en una cita...
Al pensar en eso, Luo Qianxi se sintió desconsolada. Miró a Su Xiaomo maliciosamente.
—¿Sabes qué? —Su Xiaomo tomó un pañuelo y secó su cara tranquilamente. Luego sonrió—. Soy muy sensible.