—¿Qué está pasando? ¿Quién se está ahogando?
—Ey, miren a su alrededor. ¡Vean quién falta!
—¿Xiaxia? ¡Mierda! ¡An Xiaxia! —Su Xiaomo gritó y los dos hombres que seguían compitiendo voltearon de inmediato, dirigiéndose al lugar donde An Xiaxia se estaba retorciendo.
Después de eso, Li Fanxing se escondió en la muchedumbre. Jiji. Lo tenía merecido. Se regocijó.
An Xiaxia contuvo el aliento sin querer bajo el agua. A donde sea que mirara, lo único que veía era agua, lo que le dio la ilusión de estar flotando. Después de la lucha inicial, poco a poco se quedó quieta. Sentía un dolor punzante en la cabeza e imágenes grotescas se cruzaron por sus ojos, como si un recuerdo caótico estuviera saliendo a la superficie... De pronto no podía recordar quién era, como si tuviera un millón de recuerdos. Intentó aferrarse a ellos, pero no atrapó nada.