El pánico lo abrumó. Era una sensación que nunca había experimentado hasta ahora. Esa tontita... Solo desvió la vista por un segundo ¿y ahora estaba perdida? Un millón de ideas cruzaron su cabeza y su corazón se comenzó a acelerar...
De pronto se detuvo cuando escuchó la voz clara y melodiosa de una adolescente a corta distancia. Hablaba con alguien con un inglés deficiente.
—Hum... I don't know the way...[1]
Siguiendo el sonido, se dio cuenta que un joven había estado bloqueándola de su campo visual, por lo que no había podido verla por ninguna parte. Dejó salir un suspiro de alivio. Cuando se acercó a zancadas, se dio cuenta de que sus dedos estaban temblando.
Maldición.