Li Fanxing iba a sostener su mano, pero se detuvo con torpeza a medio camino cuando vio grasa oscura bajo las uñas de la otra chica.
—Jian Xin'er, ¿cierto? Nos conocimos cuando éramos pequeñas —dijo con educación—. Lamento mucho... verte así.
—Déjate de tonterías y ve al grano —dijo después de resoplar.
—Déjame preguntarte esto —Li Fanxing soltó una risita—. ¿Sabes de quién es la culpa de que estés así ahora?
—¡An Xiaxia, por supuesto! —Jian Xin'er apretó los dientes y sus ojos relucieron de odio. Si no fuese por ella, Sheng Yize nunca se habría desquitado con la familia Jian, ¡no se habrían ido a la bancarrota y no se habría tenido que convertir en una chatarrera!
—No, no es de ella —Li Fanxing sacudió la cabeza—. ¿Cómo es que todavía no lo entiendes a esta altura? A quien deberías culpar es a Sheng Yize.