Desde que se conocieron, Sheng Yize sabía que An Xiaxia no era la chica más lista del mundo. Después de que empezó a quererla, le gustaba todo lo que venía con ella, hasta sus defectos.
Todo el tiempo, pensaba que esas cualidades no importaban. Independiente de si era inteligente o no, él estaría ahí para ella. La cuidaría y consentiría para que pudiera vivir una vida despreocupada detrás de él mientras la protegía de todo lo malo. Pero ahora de repente pensó que no la conocía tan bien.
Se podría haber quedado afuera de esto, sin hacer nada... pero había hecho todo eso solo por él... Una sensación cálida atravesó su corazón y quitó algunos mechones de cabello suelto de su cara con sus largos dedos. Había ojeras bajo sus ojos en su delicado rostro. Hasta dormida parecía exhausta.
