Cuando el ambiente estaba en la cima, de pronto alguien tocó el hombro de An Xiaxia.
—Ey, ¡Xiaxia!
Volteó y vio la sonrisa radiante de Chi Yuanfeng, dejando ver ocho brillantes dientes blancos.
—¿Qué haces aquí? —estaba sorprendida.
Soltó una risita y ella vio al amable He Jiayu atrás de él.
—Es muy aburrido tras bambalinas y pensé en ver el espectáculo con el Hermano Jiayu.
—Entonces... ¿qué hay de Sheng Yize? —inclinó la cabeza y preguntó ilusionada.
Chi Yuanfeng cerró la boca y sonrió de forma cómplice.
—Está dando una entrevista a un periodista y puede que le tome un rato...
—Ya veo...
—Ahora haz un hueco para mí. Ahí, deja que me apretuje —por su petición, algunos estudiantes se movieron hacia ambos lados, haciendo espacio para el par.