—Hablando de ser sobreprotector... —murmuró Qi Yanxi, haciendo una mueca.
—No... no fui yo —tartamudeo cautelosamente Jian Xin'er, que al ver a Sheng Yize llegar se asustó mucho más—. An Xiaxia se cayó sola a la fuente. ¡Sí, eso ocurrió!
—Ah, ¿sí? —preguntóél con un tono tranquilo, después de quitarse la chaqueta y envolver a An Xiaxia con ella.
¡Esas dos simples palabras le dieron un susto de muerte a Jian Xin'er!
—No, no, ¡no fue así! —cambió su declaración de inmediato—. ¡Ella lo hizo! ¡Todo fue su culpa! ¡No sé nada de esto! —apuntó a Ding Yiyi que estaba a poca distancia, luciendo tan tonta como un trozo de madera.
—¡Jian Xin'er! —Ding Yiyi volvió en sí misma y enfureció—. ¿Qué estás diciendo? ¿Ahora soy tu chivo expiatorio? Chicos, no crean nada de lo que dice. ¡Jian Xin'er está detrás de todo esto! ¡Engañó a An Xiaxia para que viniera aquí y la empujó a la fuente!