El corazón del Señor Wang se hundió y su rostro palideció. Pensó que lo había hecho tan bien... nunca esperó que Sheng Yize lo descubriría con tanta facilidad.
Así es. Él fue quien le informó a Sheng Qingyi sobre la relación entre Sheng Yize y An Xiaxia. Siempre había sido hombre de Sheng Qingyi. Pese a ser el chofer de Sheng Yize, en efecto, era un informante de su padre.
—Señor Wang, no creo que tenga que enseñarte que "por la boca muere el pez", ¿cierto? —no había calidez en sus ojos—. Desde ahora en adelante, más te vale ignorar mis asuntos con An Xiaxia. Finge que no sabes absolutamente nada al respecto o... Je...
Soltó una risita fría y un aire gélido pareció llenar el auto.
—Sí... —dijo el Señor Wang complacientemente mientras sudor frío cubría su frente.
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