Hinari se quedó sin palabras. Este Zaki la estaba atacando con toda su fuerza y ella estaba abrumada. No estaba preparada para que ese Zaki enérgico apareciera de la nada. Ella estaba acostumbrada a que él siempre fuera el receptor y no lo viera venir.
Sentía que su belleza se había convertido en una bestia y parecía que el príncipe se estaba convirtiendo en una princesa. —Err... Hinari, ¿de verdad vas a dejar que se ponga por delante de ti y no hacer nada?
De alguna manera, este pensamiento hizo que su lado pervertido perseverara y finalmente decidió contestar. Pero antes de que pudiera empezar, Zaki habló primero.
—Hinari, tú eres la que me hizo así. —Zaki dijo, y al momento siguiente, él volvió a lanzar sus labios sobre los de ella, como si se asegurara de no dar a Hinari un momento de venganza. Y lo consiguió, los pensamientos de Hinari desaparecieron mientras compartían otro intenso beso. Saborearon los labios del otro como si no hubiera un mañana.