Mientras seguía el striptease, ambos estaban rojos como dos tomates maduros.
Davi comenzó a quitarse los shorts y, mientras éstos caían al suelo, Sei no pudo evitar tragar saliva.
La chica se estaba mordiendo el labio, mientras que el hombre simplemente estaba allí, sentado, inmóvil, con la boca ligeramente abierta, mirándola.
Después de unos momentos, siguiendo el consejo de su amiga, Davi se soltó el pelo y su larga cabellera negra cayó sobre sus hombros, cubriendo la mitad de sus pechos. Su imagen era tan hermosa que Sei se mordió el labio inconscientemente.
Luego, Davi dio media vuelta y se desprendió el corpiño. Pero, a causa de sus manos esposadas, el corpiño no cayó al suelo. Siguiendo el consejo de Hinari, Davi volvió a darse vuelta, cubriéndose los pechos con las manos.