Chapter 24 - Capítulo 24: Entretención

Mientras tanto, un gran bollo de canela estaba rodando en el piso luego de haber visto una gran parte de esa impresionante escena. Sujetó su teléfono mientras intentaba desesperadamente no reírse a carcajadas para no interrumpir el cuento de hadas que estaba ocurriendo en la cocina.

No pudo imaginar el nivel de impacto en el que estaba Sei en ese momento. Porque incluso él, que estaba viendo desde lejos, había sufrido un impacto de cientos de voltios por culpa de ese beso varonil.

¡Dios mío Davi, su alteza! ¿¡Qué diablos estás tratando que hacer!?

Zaki estaba demasiado entretenido. No esperaba que Davi se convirtiera de repente en un amable príncipe.

Cuando Davi estaba a punto de sentarse nuevamente, un fuerte sonido de vidrios quebrándose, rompió el profundo silencio en el que estaban.

Davi y Sei de forma instantánea giraron la cabeza hacia el rincón de donde vino el sonido y se podía ver un joven pálido de pie cerca de la ventana y las cortinas grises bailando tras él.

Su apariencia, que lucía como un hermoso chico etéreo que acaba de despertar de la muerte, transformó al varonil príncipe, que estaba cortejando a una princesa hace un momento, en algo completamente distinto.

—¡¡¡Ahhh!!! ¡¡F-fantasma!! —gritó Davi al verlo. En un instante giró la cabeza, congelándose al pensar que acababa de ver un fantasma. Porque estaba segura de que no había nadie allí antes. Estaba segura que ella y Sei eran las únicas personas en la cocina. No vio entrar a nadie, y el Sr. Chen estuvo todo el rato espiando por la puerta.

El miedo extremo de Davi hizo que todo su cuerpo temblara como si se hubiese caído a las aguas congeladas de la antártica.

Sus ojos abiertos se posaron en el hombre enmascarado que tenía al otro lado de la mesa. Luego cayó de rodillas y gateó bajo la mesa en dirección a Sei.

Cuando llegó a él, se aferró con fuerza a la pierna de Sei, causando que él frunciera el ceño bajo la máscara. Sintiendo su cuerpo temblar, Sei tuvo el deseo de asesinar a las personas que le hicieron esto.

Pero al ver a la chica que se aferraba temblando a su pierna como un conejito asustado, lo único que Sei pudo hacer fue intentar calmar su miedo poniendo una de sus grandes manos en su cabeza.

—No es un fantasma, es YiJin. —dijo mientras seguía acariciándole el cabello. —Mira.

Luego de oír las palabras de Sei, Davi se forzó a volver a sus cabales. Sabía que de cierta forma sus actuar era estúpido y exagerado, pero no podía evitarlo. Su cuerpo reaccionaba aún más rápido que su mente cuando se trataba de fantasmas.

Luego de un rato, levantó la cabeza sin soltar la pierna de Sei y lentamente echó un vistazo por sobre la mesa.

Un lindo joven con un rostro de completo arrepentimiento apareció frente a ella. Era en efecto, el fantasma que acababa de ver. Solo que no era un fantasma, solo un chico lindo. Era el chico que conoció la primera vez llegó a la casa, quien tenía muchas rosas rojas. Su nombre era YiJin.

El joven caminó hacia ella y la reverenció varias veces.

—Yo...yo... lo siento mucho, señorita. No pretendía asustarla, de veras lo siento.

Se disculpó una y otra vez, haciendo que Davi se sintiera un poco culpable. Se forzó a sí misma a calmarse y olvidarse del miedo.

—N-no, está bien. Es mi culpa, me asusto con mucha facilidad. Jaja. —Estaba intentando reírse, pero seguía aferrada a la pierna de Sei. Debido a que aún estaba un poco asustada. Seguía llena de dudas a pesar de que podía ver claramente que el hombre que estaba en frente suyo era un humano, de carne. Pero estaba segura que no había nadie allí antes y si no era un fantasma, ¿cómo había entrado? Era imposible que alguien entrara sin que ella lo notara ¡porque la única entrada estaba justo en frente de ella! Ni siquiera sintió su presencia. Quería encontrar la manera de convencerse, pero...

—¿Quieres estar segura? ¿Por qué no lo tocas? —La voz de Sei hizo que Davi abruptamente levantara la cabeza hacia el dueño de la pierna a la que estaba aferrada. Su ceño se frunció al instante, como si no pudiera creer lo que él le acababa de decir. No pudo evitar sentir otro temblor pasar por su columna. Porque sentía que el hombre podía oír todo lo que ella no decía, como si pudiera leerle la mente o escuchar sus pensamientos ocultos.

—Ahh... Tú... deja de asustarme también, ¡¡¡por favor!! —suplicó con los ojos llorosos, confundiendo a Sei. —¿Eh? ¿En qué momento la asusté?

—Jaja. Está bien, señori-, —Zaki disfrazado, que finalmente apareció al rescate de aquellos casos perdidos que estaban con ella, no pudo terminar su frase. Porque la chica súbitamente corrió hacia él apenas lo escuchó y se escondió detrás suyo mientras sujetaba su camiseta con fuerza.

Zaki se quedó estupefacto, y lo primero que hizo fue mirar al hombre enmascarado en frente suyo.

El aura de Sei se volvió increíblemente oscura a medida que se ponía de pie. Su campo de visión parecía estar centrado en la mano de la chica que estaba en la cadera de Zaki.

—Pfft. —Zaki no pudo evitar taparse la boca. Estaba tan entretenido por lo que estaba pasando que solo quería reírse a carcajadas. Su rostro estaba increíblemente radiante, como si estuviera viendo un buen espectáculo de comedia.

Al notar la radiante expresión traviesa de Zaki, Sei se dio cuenta de su propia reacción y se sorprendió levemente. Suprimió un poco su aura oscura, pero aún estaba bastante distraído por verla tocar a otro hombre.

Miró nuevamente a ese otro hombre, quien le estaba sonriendo de forma traviesa, obviamente disfrutando el estado de ánimo actual de Sei.