—Señorita… ¿Oyó lo que acabo de decir? —preguntó Zaki, dudando, cuando Davi inclinó un poco la cabeza.
—¿Ahora? ¿No estabas hablando de flores? —dijo ella inocentemente y Zaki tosió.
Oh, gracias a Dios que no escuchó todo… Eso estuvo cerca…
Las palabras de Davi hicieron que la preocupación desaparezca inmediatamente de la mirada de Zaki y lo hicieron sonreír.
—¿Ahora vamos a casa, señorita? —preguntó y Davi subió al auto antes de responder.
—Mm… Vamos a casa —dijo y el coche arrancó.
—Eh… Sr. Chen, ¿a qué hora es su vuelo' —preguntó ella y Zaki se volvió para responderle.
—Dentro de seis horas, señorita. ¿Por qué? —respondió y Davi suspiró aliviada.
—Planeo envolver estos obsequios yo misma. Me alegra aún tener mucho tiempo para hacerlo —respondió y Zaki sonrió.