Zaki besó a la chica para callarla y nada más, sin embargo, extrañamente, mientras sentía su calidez y suavidad de sus labios, casi olvidó por completo sobre su propósito de besarla. Pero gracias a su buen auto entrenamiento, pudo parar antes que algo se pudiera desviar más allá de lo que había planeado.
Bueno, por el bien de proteger a Sei, Zaki estaba entrenado en todo tipo de cosas para ser el perfecto guardaespaldas de Sei. Sus capacidades físicas eran consideradas perfectas y de un superhumano, pero lo que lo hacía aún más perfecto era que, también alcanzaba una fuerza mental inquebrantable que solo unos pocos podían lograr. Dominaba todo lo que fuera necesario y lo más interesante de todo, también fue entrenado en cómo manejar a las mujeres llamadas armas poderosas. Zaki aprendió cómo mantener su cabeza clara y sus sentidos abiertos sin importar en qué situación estuviera.