—¿Gabinete? —Fang Qi miró hacia los gabinetes en la pared, que parecían vitrinas. ¡Cómo se esperaba, un lanzacohetes negro y de aspecto pesado apareció en él!
El cuerpo de este lanzacohetes negro era aproximadamente del tamaño de media persona de altura verticalmente, y tenía la forma de una pistola gigante. Sin embargo, no era un lanzacohetes ordinario con un cañón por encima del hombro. Era más portátil.
¿No es este el lanzador de cohetes que obtienen los jugadores cuando terminan la nueva versión de Resident Evil One en menos de tres horas? —Fang Qi se quedó sin habla— ¿Se puede recrear un arma como esa?
Aunque este era más portátil que el lanzado desde el helicóptero en el juego, ¡podía matar al Tirano con la misma facilidad!
Fang Qi puso el lanzacohetes por encima de su hombro, abrió la puerta de su tienda y se fue.
La lluvia caía más fuerte que nunca.
—¡Srta. Nalan! —Un grito resonó en el cielo nocturno.