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Chapter 27 - Capítulo 27: ¡Píldora de la Muerte!

―No dudes de mí. Yo, Xie Haiyang, soy un comerciante profesional. Mi misión es servir a todos los clientes. Vienes a mí en problemas, y has de irte satisfecho. Puedes escuchar las reseñas complacidas de mis clientes. En toda la Universidad Etérea Dao, sea en la Academia Inferior o en la Academia Superior, ¡mi nombre es mi marca!

Mientras Xie Haiyang hablaba, levantaba su mano para tocar su cabello engominado. Brillaba bajo la luz del sol, y sus ojos exudaban resplandor. Mostró una sonrisa apasionada mientras se paraba en frente de la morada en la cueva de Wang Baole.

La confianza en sus palabras era deslumbrante. Luego de mencionar al ministro y al decano de la facultad, incluso sugirió demoler la morada en la cueva. Este espíritu no era en absoluto algo de lo que un estudiante ordinario fuese capaz. Después de todo, todas las moradas dentro de cuevas de la Universidad Dao tenían un arsenal de formaciones. Eran talladas uniformemente por la Universidad Dao, y eran muy difíciles de destruir. De manera similar, todo en la morada en la cueva era propiedad de su respectiva facultad. Los estudiantes solo tenían el privilegio de quedarse ahí, sin el derecho de modificarla.

Sin embargo, por el tono de Xie Haiyang, parecía como si la demolición de la morada en la cueva no fuese nada difícil.

En el momento en que Xie Haiyang dijo esas palabras, Liu Daobin y compañía soltaron un grito ahogado. Sus palabras eran demasiado exageradas. El concepto del ministro forjando personalmente un artefacto dhármico podía ignorarse, pero solo la botella de inhalación del decano de la facultad, la cual estaba hecha de Arena Mística Plateada, era muy extraña. Era Arena Mística Plateada con un 90 % de pureza. Era extremadamente valiosa.

Respecto a esa caja de inhalación, había bastante información revelada en el Espíritu de la Intranet. Sin embargo, Wang Baole sabía muy poco acerca de ella, ya que había pasado la mayoría de su tiempo cultivando el Arte del Gran Vacío Devorador de Qi luego de matricularse en la Universidad Dao.

Al escuchar eso, y al ver a Liu Daobin y compañía mirar alarmados, Wang Baole torció su cuerpo con curiosidad. Abrió el Espíritu de la Intranet con gran dificultad y comprobó los requerimientos necesarios para que el ministro refinara un artefacto Dhármico en persona, así como también el precio de la caja de inhalación de la Arena Mística Plateada.

Sus ojos se abrieron de inmediato tras ver la información. Desde una completa desesperación, no pudo evitar sentir la emoción elevarse dentro de él, mientras su mente se llenaba de esperanza. Ajustó su cuerpo y miró hacia afuera.

―¿Puedes demoler la morada en la cueva?

Cuando escuchó que el tono de Wang Baole parecía estar al borde de la incredulidad, Xie Haiyang mantuvo la compostura. Continuó tocando su cabello, mientras sonreía con ligereza.

―Quizá esto no sea posible para otros, pero debes recordar que en la Universidad Etérea Dao, si yo, Xie Haiyang, digo que es imposible, eso significa que nadie puede hacerlo. Sin embargo, la demolición de la morada en la cueva es por mucho un proyecto enorme. Necesita algo de tiempo y al menos diez mil Piedras Espirituales. No te estoy desplumando en tu momento de necesidad. La cantidad de Piedras Espirituales que gastarás valdrá la pena ya que necesito encontrar a alguien que remueva el arsenal de formaciones, y luego encontrar a alguien que apacigüe al decano de la facultad de Armamento Dhármico. Al final, debo considerar la compensación. ¡Todo eso necesitará de al menos tres meses! ―Xie Haiyang se explicaba muy seriamente, mientras extendía tres dedos.

―¿Así de caro? ―Du Min, Liu Daobin y los demás soltaron un gélido grito ahogado cuando lo escucharon. Diez mil Piedras Espirituales era un número cuantioso de dinero, sin importar la situación.

Pero Wang Baole no estaba consternado por las Piedras Espirituales; irse y perder peso era más importante. Casi se volvía loco cuando escuchó que se necesitaban tres meses.

―¡Tres meses es demasiado tiempo!

Mientras Wang Baole se ponía ansioso, Xie Haiyang torció su espalda y miró dentro de la morada en la cueva, como si estuviera determinando cuán gordo era el actual Wang Baole. Al escuchar eso, rio por lo bajo.

―Hermano, abriste mis horizontes de cierta manera. He visto a las personas comer su peso en grasa, pero alcanzar tal nivel de obesidad y no ser capaz de salir de su propia morada en la cueva… esto es algo que estoy viendo por primera vez en mi vida.

Wang Baole se encolerizó un instante luego de escuchar a Xie Haiyang. Estaba bien si tenía una solución, pero si no podía resolver el problema y en vez de eso se burlaba de él, Wang Baole estaba considerando enseñarle a Xie Haiyang una lección luego de volverse Prefecto Líder. Quería que Xie Haiyang supiera que hablar de más no le traería nada más que dolor.

Xie Haiyang notó el desagrado de Wang Baole, por lo que dijo con una sonrisa―: De hecho, para salir no hay necesidad de demoler la morada en la cueva. Yo, Xie Haiyang, soy un comerciante. No me perderé en soluciones simples, ni esperaré que gastes una excesiva cantidad de dinero en resolver un problema. En realidad, la solución más sencilla es que adelgaces. De esa manera, serás capaz de salir. Este método no solo ahorrará tiempo, sino que en definitiva será más valioso que demoler la morada en la cueva. Solo requerirá quinientas Piedras Espirituales. ¿Qué tal eso?

―¿Tienes una solución para perder peso? ―los ojos de Wang Baole se iluminaron de inmediato. Si podía perder peso, quinientas Piedras Espirituales no eran nada. Wang Baole no dudaría en pagar incluso más.

―Compañero, debo advertirte que no dudes de mis capacidades. Siempre y cuando tengas el dinero, no hay nada que no pueda hacer. ¡Si no adelgazas, te devolveré el doble! ―Xie Haiyang dijo con soltura, su tono de voz lleno de orgullo.

Wang Baole también era una persona decidida. De inmediato estuvo de acuerdo con el asunto, pero solo haría el pago después de adelgazar.

Xie Haiyang estuvo de acuerdo. Creía que nadie en la Universidad Dao se atrevería a fugarse con sus Piedras Espirituales. Por lo tanto, se giró para irse luego de comunicarse alegremente con Wang Baole.

Liu Daobin y compañía vieron que el asunto parecía estar resuelto. Le dieron una mirada extraña a la morada en la cueva de Wang Baole y sabían que él estaba frustrado, así que se despidieron.

Bunny no deseaba irse, pero Du Min la llevaba lejos. Antes de irse, consoló a Wang Baole con gentileza, conmoviéndolo grandemente.

―Xiaoya, una vez que adelgace, iré a buscarte.

Después de que todo el mundo se fue, Wang Baole se despatarró en su morada en la cueva. Sintió que su yo actual era como un pangolín atrapado dentro de una cueva. No pudo evitar sentir pena. Subconscientemente quiso comer algunos bocadillos, pero se dio cuenta de que no podría alcanzarlos. De inmediato, esto lo dejó incluso más deprimido.

«¿Por qué es tan difícil si todo lo que quería es ser Prefecto Líder? Tengo que perseverar. No debo estar descorazonado. Como las autobiografías de los altos oficiales mencionan, cuando el cielo está a punto de conferirle una gran oficina a cualquier hombre, primero se ejercita la mente con sufrimiento, y sus nervios y huesos con esfuerzo». Por fortuna, Wang Baole era una persona optimista. Luego de darse ánimos, fortaleció su mente.

«¡Quiero cambiarme a una morada en la cueva más grande!» Con esto conduciéndolo, Wang Baole empezó a fantasear acerca de escenas de él convirtiéndose en Prefecto Líder en los días venideros. Cada vez que pensaba en algo emocionante, encontraba que la espera valía la pena.

Con esto, muchos días de espera transcurrieron. Al final, tres días después en el crepúsculo, Xie Haiyang regresó.

Aún tenía la misma vestimenta que hacía tres días. Su cabello estaba muy logrado hacia atrás con gel, y se paró bajo el sol que se ponía. Cuando le echó un vistazo, Wang Baole lo vio distante.

Tras ver a Xie Haiyang, Wang Baole gritó con agitación―: ¡Hermano Xie!

La voz de Wang Baole se fue a la deriva fuera de la morada en la cueva, y en el momento en que llegó a los oídos de Xie Haiyang, había llegado en frente de la morada en la cueva. Torció su espalda y miró hacia adentro con una cálida sonrisa.

―Hermano, por tu asunto, he pensado en muchas soluciones para tu problema. ¡Al final elegí un método que funcionará absolutamente! ―mientras Xie Haiyang hablaba, sacó un envase para píldoras. Miró a su alrededor y, luego de determinar que no había nadie en las cercanías, susurró―: Esta vez, tengo algunas Píldoras de la Muerte para ti, ¡desde el mercado negro en el subsuelo de la Ciudad Etérea!

Tras ver el comportamiento misterioso de Xie Haiyang, Wang Baole se sintió más confiado. Al escuchar las palabras «Píldoras de la Muerte», retrocedió.

―¿Qué es eso? ―Wang Baole estaba confundido. Nunca había escuchado sobre las Píldoras de la Muerte.

―Es normal que tampoco lo sepas. Después de todo, la Píldora de la Muerte es una sustancia prohibida. Esta píldora fue, de hecho, refinada por accidente por una persona loca de la facultad de Alquimia en el pasado. Consumirlas hace sentir que se está experimentando la muerte, por eso se llaman Píldoras de la Muerte. Hay un pergamino secreto en la facultad de Alquimia que documenta a las personas que han consumido las Píldoras de la Muerte. En él, el mayor número de Píldoras de la Muerte que prevalece en el récord es el de comer tres antes de no poder aguantarlo más.

Mientras Xie Haiyang hablaba, lo hacía con toda seriedad. Al final, dijo con gran certeza―: Compañero, si puedes soportarlo, esta Píldora de la Muerte te hará perder peso. ¡Te lo garantizo!

Wang Baole consideró el problema de inmediato. Las palabras «Píldoras de la Muerte» sonaban aterradoras. Contactó a Bunny y a Du Min en secreto y, tras algunas preguntas, abrió el Espíritu de la Intranet con gran dificultad para investigar la píldora. Esta investigación lo asustó. La descripción de las Píldoras de la Muerte en el Espíritu de la Intranet era extremadamente aterradora. Algunas personas mencionaron muertes de verdad, con personas adelgazando hasta ser nada más que huesos. Otras mencionaron que consumir la píldora era desafiar la propia vida.

Sin importar cual fuera el mensaje, había una oración final que persuadía a las personas a nunca consumir las píldoras. Pero era precisamente esa la razón por la que más gente deseaba intentarlo…

Momentos después, Wang Baole, quien estaba determinado a perder peso, rechinó sus dientes.

―Tráela hacia acá. ¡La comeré!

―¡Muy bien! ―Xie Haiyang le mostró su aprobación con el pulgar bien en alto.

―Pero no puedo dártelas todas. Intentemos una a la vez. Después de todo, no me has pagado aún. No puedo dejarte morir. Primero te dejaré comer una. Si es posible, intentaremos con una segunda. ―Xie Haiyang sintió que ya era una persona muy escrupulosa. Usaba un guante especializado y sacó una pastilla desde el envase para píldoras con cuidado, y se la pasó dentro de la morada en la cueva.

Luego de que Wang Baole la recibiera, le echó un vistazo. La Píldora de la Muerte era color carmesí. Lucía bastante preocupante solo con una ojeada. La inhaló primero, y estimó que era idéntica a la descripción que había visto en el Espíritu de la Intranet. Con un respiro profundo, la puso directamente dentro de su boca, y la masticó. Antes de experimentar su sabor por completo, la tragó.

―Esta cosa es de hecho bastante sabrosa. ―Wang Baole se lamió los labios. La comió demasiado rápido y solo pudo probar los sabores restantes en su boca. La encontró más deliciosa que sus bocadillos.

―Dame otra ―Wang Baole, quien no había comido bocadillos en días, de inmediato sintió que se abría su apetito.

―¿Ah? ―Xie Haiyang estaba desconcertado. Siempre había actuado como un respetado experto frente a Wang Baole, pero en su sorpresa, miró al envase para píldoras en su mano y regresó la mirada hacia Wang Baole.

Vaciló por un momento antes de sacar una segunda píldora con cuidado y entregársela. Luego de que Wang Baole se la tragara de nuevo, aún quería otra.

Xie Haiyang ya estaba alarmado, mientras preguntaba con incertidumbre―: ¿Sien… sientes algo?

―No siento nada. Es bastante sabrosa. Dame algunas más. ―Wang Baole se lamió los labios. Las píldoras eran picantes, y entibiaban su estómago.

Xie Haiyeng sintió su ser entero ponerse nervioso. Luego de una mirada momentánea, le entregó subconscientemente tres píldoras más. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, tembló y estuvo a punto de detenerlo, pero Wang Baole ya había masticado las tres Píldoras de la Muerte.

―Cielos, tú… ¡te has comido cinco! ―Xie Haiyang estaba impresionado por completo mientras exclamaba.

Pero, en ese momento, Wang Baole solo sintió que su cuerpo estaba un poco más caliente que antes. Aún no había mucha reacción, así que de inmediato se sintió insatisfecho.

―¿Son falsas? Antes las enalteciste tanto, y mencionaste cómo una persona podía comerse tres como máximo. ¡Ya me comí cinco, y no hay ni una ligera reacción! ―Wang Baole lo encontró inaceptable. Se sintió como si hubiese sido timado.

La frente de Xie Haiyang estalló con un sudor frío. Aún había cinco pastillas dentro de su envase. Estaba muy seguro de que obtuvo píldoras genuinas, pero ahora, estaba sospechando. Después de escuchar las palabras de Wang Baole, de inmediato refunfuñó iracundo―: ¿Alguien se atrevió a engañarme?

―¿No lo sabrás si comes una? ―Wang Baole estaba muy disgustado.

Xie Haiyang también tenía un gran carácter. Sospechaba que había sido engañado con una ira llameante. Rechinando sus dientes, tomó una píldora y la lanzó hacia su boca. Sin embargo, en el momento en que entró a su boca, sus ojos se abrieron y su mente pareció zumbar al instante.