―Ah, esto… Ah… ―Xie Haiyang abrió su boca como si quisiera decir algo, pero ni siquiera pudo terminar una oración. Al instante, su cara se tornó de un rojo carmesí, y hasta sus ojos estaban inyectados en sangre. Su ser entero respiraba con pesadez, mientras sobresalían las venas de su frente. ¡Era como si le hubiera pegado un rayo!
―¡Cielos!
Xie Haiyang dejó salir un llanto trágico mientras convulsionaba por todos lados. Sus pupilas se dilataron con rapidez, y el sudor brotaba por su frente como si lloviera. Su primera reacción fue abrir la boca para eructar, en un intento de escupir la Píldora de la Muerte.
Sin embargo, la Píldora ya se había derretido. Sin importar cómo eructara, falló en regurgitar algo de ella. Luego de algunas subidas en seco, su cuerpo convulsionó con incluso más violencia, mientras estrechaba su garganta y dejaba salir un llanto ronco.
―Agua… ¡Quiero agua!
Sintió como si tuviera metal fundido en la boca. Su garganta se sentía como si la hubieran sofocado, mientras su mente se quedaba en blanco. Solo su cuerpo parecía rechazar este objeto extraño, y el dolor que resultaba lo hizo rugir de manera involuntaria.
El rugido parecía emerger de una bestia salvaje. Su cuerpo pareció perder el control, necesitando respirar. Saltó de repente y continuó haciéndolo fuera de la morada en la cueva de Wang Baole. Dejaba salir gritos inciertos constantemente.
―Agua… Dame agua… No puedo soportarlo más…
Todo esto fue presenciado por Wang Baole. Al mirar a Xie Haiyang perder el control, Wang Baole soltó un grito ahogado, pero sus ojos conservaban una mirada de sospecha.
«¿Está actuando?» Wang Baole estaba confundido. Sintió que la famosa Píldora de la Muerte solo era capaz de entibiar su estómago. No parecía tan exagerada como le habían dicho.
Pero al notar que la franela de Xie Haiyang se empapó de sudor en segundos, en conjunto con su trágico lloriqueo, como si deseara sacarse la lengua, Wang Baole estuvo atónito una vez más. Esto fue incluso más aparente cuando Xie Haiyang pareció perder el equilibrio, y directamente se arrodilló afuera de la morada en la cueva. Mientras rugía, golpeaba el suelo de forma constante.
Lo más impresionante de todo era que los labios de Xie Haiyang se hinchaban con rapidez; y pronto, sus labios se tornaron en dos salchichas de un negro purpúreo. Desde la perspectiva de Wang Baole, era como si se hubiese transformado.
Los labios de salchicha horrorizaron a Wang Baole, poniéndolo seriamente asustado. Con gran dificultad, sacó una botella de Agua Helada Espiritual que ya no estaba fría, y la tiró hacia él.
«¿Esto es en verdad así de poderoso?» Wang Baole estaba alarmado. Mientras tiraba el Agua Helada Espiritual, Xie Haiyang se le echó encima con los ojos enrojecidos. Miró como si no pudiese esperar a abrir la tapa de la botella, mientras aplastaba el cuello de esta con sus dientes y luego tragaba. Tras beber algunas bocanadas, sus ojos se abrieron antes de vomitarla toda.
El Agua Espiritual que salpicó en el suelo produjo un neblinoso vapor blancuzco.
―¡Cielos, es demasiado picante! ―cuando bebió el Agua Espiritual, no solo falló en confortarlo, sino que incluso hizo que la sensación picante se volviera más intensa. Antes, el picor se limitaba a su garganta, pero ahora, con el Agua Helada Espiritual fluyendo con rapidez directa hacia su estómago, el calor explotó de inmediato y con violencia desde su cuerpo.
Incluso las partes de su cuerpo que no tenían grasa adelgazaron poco a poco. Era como si el potencial de su cuerpo se estimulara por la Píldora.
Esta era la Píldora de la Muerte… que le traería la muerte a una persona si solo se comía una, de acuerdo a la leyenda de la facultad de Alquimia.
La receta para crearla no era nada fuera de lo ordinario. El alquimista la preparó por accidente en ese entonces, pero resultó en algo tan picante que ni siquiera un monstruo sería capaz de soportar, ¡mucho menos un humano!
Excedía los límites de resistencia de una persona, y era una experiencia que hacía sentir como si se parasen en el infierno. Hacía que cualquiera que la probara deseara no experimentarla nunca más.
Wang Baole estaba despatarrado en su morada en la cueva, mirando el proceso entero que sucedía luego de que Xie Haiyang consumiera la Píldora de la Muerte. Este tipo de espectáculo impactante casi abrumaba sus sentidos. Hizo que el plan inicial de rendirse cambiara después de notar el adelgazamiento de Xie Haiyang. La respiración de Wang Baole se aceleró, mientras se arriesgó y dijo―: Realmente puede bajar de peso. ¡Rápido, dame las Píldoras de la Muerte!
Xie Haiyang se encontraba en un estado de locura por el picor. No podía pensar con claridad, y ya estaba enervado tanto en cuerpo como en alma. Se acostó ahí, sobre el suelo, luciendo como si la vida no tuviera más para ofrecerle. No tenía el lujo de tomarse un tiempo para pensarlo mucho, por lo que solo tiró el envase de Píldoras de la Muerte hacia adentro de la morada en la cueva.
―Yo, Xie Haiyang… soy honesto con todos mis clientes. ¡No vendo en absoluto… falsa mercancía!
Incluso en tal situación, su marca y reputación aún estaban en su mente. Esto de inmediato hizo que Wang Baole lo respetara. Sintió que Xie Haiyang era de hecho alguien confiable.
―¡Buena esa, Hermano! ¡Te había entendido mal! ―Wang Baole tomó el envase para píldoras y consoló a Xie Haiyang antes de tomar otra píldora. No se emocionó con ella, y tomó otra. Mientras sentía la temperatura en su estómago elevarse con rapidez, Wang Baole miró su grasa de nuevo, y rechinó los dientes. Templó su corazón, y tragó todas las Píldoras de la Muerte.
«Para volverme Prefecto Líder y perder peso, ¡correré el riesgo!»
Con Xie Haiyang habiéndose comido una píldora, las nueve píldoras restantes en el envase de Píldoras de la Muerte estaban en el estómago de Wang Baole. Al final, la tolerancia que Wang Baole ganó al soportar las altas temperaturas en la Cámara de Lava emergió en ese momento. Más aún, las nueve Píldoras de la Muerte no mostraron sus efectos de inmediato. En cambio, se transformaron al estar recopiladas. De inmediato, ¡se elevaron como una flama en erupción!
Un calor que Wang Baole nunca había sentido en su vida, uno que excedía por mucho el loco calor en la Cámara de Lava, quemó en su estómago como un mar de fuego. Llameó de forma amorfa, mientras su boca se hinchaba en un instante. De inmediato, fue incapaz de pronunciar palabra alguna a través de su garganta. ¡Todo dentro de su cuerpo se sentía como si estuviera a punto de explotar!
―¡Cielos! ―Un grito ronco se escapó de inmediato de la garganta de Wang Baole. Atrapado dentro de su morada en la cueva, se fue al borde de la locura. Se sentía como si todo el calor no pudiera desahogarse, y solo pudiera ser usado para quemar su grasa espiritual. De inmediato, su cuerpo convulsionó mientras gritaba trágicamente, encogiéndose a un paso discernible.
Este dolor hubiese sido insoportable por completo para una persona común, pero para un gordito que solo necesitaba perder peso, era algo que debía hacerse de una vez por todas. Por lo que, sin importar el desafío, ¡lo superaría!
De esa manera, Wang Baole y Xie Haiyang empezaron a aullar uno después del otro, dentro y fuera de la morada en la cueva. Por fortuna, pocas personas pasaron por los alrededores, pues de otra forma se habrían horrorizado con lo sucedido.
Como un par de horas más tarde, Xie Haiyang se recuperó poco a poco. Tenía una emoción que derivaba de haber sobrevivido a una calamidad. Sin embargo, los llantos trágicos de Wang Baole continuaron. Estando dentro de una cueva, su voz resonaba como si estuviera loco.
Eran demasiadas Píldoras de la Muerte mostrando sus efectos. Dejó el cuerpo de Wang Baole quemándose. Era mucho más intenso que la alta elevación de calor en la Cámara de Lava. El sentimiento de ser quemado por dentro lo hizo entender por qué Xie Haiyang parecía que se estuviera trastornando. Lo que es más, ¡sentía un dolor más de diez veces peor que el de Xie Haiyang!
Al principio, Xie Haiyang se regodeaba en la desgracia de Wang Baole. Después de consumir la Píldora de la Muerte, el sentimiento de ver a otra persona sufrir era diferente.
Pero poco a poco, dos horas pasaron. La respiración de Xie Haiyang empezó a pulsar con ansiedad mientras limpiaba su sudor, pasmado.
―¿Cuántas… cuántas comiste? ―estaba ya espantado. La conmoción que creó Wang Baole era demasiado excesiva. De acuerdo con su propia experiencia, no estaba bien que la agonía de Wang Baole durase tanto.
Pronto, era la sexta hora, seguida por la octava… hasta diez horas pasaron antes de que los rugidos en la morada en la cueva cesaran. El corazón de Xie Haiyang se saltó un latido, temeroso de que Wang Baole hubiese muerto. Se apresuró hacia la morada en la cueva y vio el envase para píldoras en el suelo, no muy lejos de él. Mientras miraba la botella vacía, la mente de Xie Haiyang zumbaba.
―Eso es demasiado loco… Te comiste un total de… ¡nueve píldoras! ―Xie Haiyang sintió su cuero cabelludo hormiguear. No podía imaginar qué tipo de persona podría consumir nueve Píldoras de la Muerte. Para él, era como una fantasía, pero había pasado justo en frente de sus ojos.
Mientras luchaba por respirar, miró hacia arriba y vio al instante, en la esquina de la morada en la cueva, a un Wang Baole claramente más delgado. Su cabello estaba desaliñado, y su vestimenta estaba desgarrada. Yacía allí inmóvil, con sus extremidades moviéndose con un tic nervioso de vez en cuando.
Los ojos de Xie Haiyang estaban llenos de respeto, como si hubiera visto a un hombre de Dios. Miró a Wang Baole mientras lo examinaba al preguntar―: Compa… Compañero, ¿estás… estás bien?
Justo cuando Xie Haiyang dijo esas palabras, los ojos de Wang Baole se abrieron. Lo miró aturdido, pero pronto, pareció volver de regreso. Se apresuró a mirar hacia abajo, a su cuerpo, y cuando vio la pequeña barriguita que antes era una memoria perdida desde hacía tiempo, se emocionó.
«¡El título de Prefecto Líder es mío!» Wang Baole rio con su cabeza en alto, y se levantó de un salto.
En el momento en que dijo esas palabras, cantidades masivas de Qi Sangriento surgieron ante ellos, y se desvanecieron al instante como si hubiesen sido selladas. Todo ello convergió dentro del cuerpo de Wang Baole. En ese momento, ¡el sentimiento de tener su cuerpo separado del resto del mundo era incluso más intenso que antes!
―¡El estadio del Sellado Físico… perfeccionado! ―los ojos de Xie Haiyang se abrieron mientras exclamaba involuntariamente.
Una vez alcanzado el estadio del Sellado Físico, cualquier mejora era muy difícil. Ir desde la fase temprana del estadio de Sellado Físico hasta su estado perfecto era algo que por lo general tomaba muchos años. La mayoría de la gente incluso tenía que gastar más de diez años.
Pero en ese instante, el aura de Wang Baole y la gran sensación de aislamiento representó que su Sellado Físico había alcanzado la perfección completa. ¡Estaba a un corto camino para entrar al estadio final, el Enriquecimiento de Pulso!
―¿Cómo es esto posible? ¿Comer Píldoras de la Muerte en realidad permite abrirse paso en el cultivo?
La mente de Xie Haiyang de inmediato se tornó en un desastre. Encontró el asunto desconcertante. Incluso conociendo la identidad de Wang Baole, y sabiendo que Wang Baole se había abierto paso al levantar pesas con anterioridad, al igual que pasando tiempo dentro de la Cámara de Lava, se sintió en shock hasta la médula, mientras su mente zumbaba.
Sabía muy bien que si esta noticia se esparcía, probablemente habría muchos estudiantes que comprarían las Píldoras de la Muerte y las probarían en secreto. Ya sea la ruta alrededor de la isla, el campo para levantar pesas o la Cámara de Lava de la facultad de Combate, todas ellas ahora estaban llenas de gente, muchas personas intentando abrirse paso cada día.