Los ojos de Li Yao salieron como un río inundado, destruyendo, tragando y ahogando todo lo que se interponía en su camino.
Los ojos de Qi Zhongdao, sin embargo, eran como un océano sin límites. No importaba cuán rampante fuera la inundación, se desvanecía en la nada después de correr hacia el océano.
¡Boom!
Un ruido gigante resonó dentro de la cabeza de Li Yao. El mundo que le rodeaba parecía haber desaparecido, reemplazado por un universo vacío ante sus ojos. El espíritu del "Santo de Hierro" Qi Zhongdao se había convertido en reglas de hierro horizontales y verticales que se entrelazaban en un tablero de ajedrez, un grillete y una jaula, suprimiendo su alma y encarcelándolo con las "reglas" de Qi Zhongdao!
¡Qué inmenso poder mental!
Li Yao estaba muy sorprendido.
¡Pero no sabía que Qi Zhongdao estaba diez veces más sorprendido que él!
