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Chapter 46 - Una historia extraña

Los jóvenes se quedaron pensando por un momento en la respuesta de Astalris.

Era extraño lo que escuchaban pero por alguna razón misteriosa sentían que sus palabras eran ciertas.

Sin embargo, al parecer Astalris no tenía interés en los objetos en exhibición y su atención se desvió rápidamente.

Pero cuando estaban por irse el hombre encapuchado miró a Astalris con sus ojos blancos e inmediatamente frunció el ceño, como si algo realmente extraño estuviese pasando y solo él pudiese darse cuenta.

Luego de unos segundos así, le preguntó a Astalris preocupado, -"¿Muchacho no quieres intentar conseguir algún tesoro?"-

Astalris miró al hombre por un momento sorprendido, pero finalmente sonrió y levantó ambos hombros, -"Supongo que este tipo de encuentro puede ser considerado parte del destino.-"

Luego se acercó con los tres jóvenes a su espalda y empezó a hablar con el hombre.

-"¿No crees que el cuello de esta joven dama está demasiado desprotegido?-", dijo señalando al cuello de Emilia mientras sonreía.

La respuesta tomó por sorpresa a muchos quienes continuaban prestando atención intentando buscar el patrón para recibir un tesoro, en especial sorprendió al hombre encapuchado.

Luego de fijarse en el cuello de Emilia y medita un rato asintió y afirmó, -"En efecto, está desprotegido.-"

Luego procedió a meter su mano en una bolsa y tras unos segundos sacó un hermoso collar con un zafiro en el centro tallado en runas. El artículo en sí emanaba un Aura misteriosa y poderosa a la vez.

-"Esto le servirá."-, dijo mientras se lo daba a Astalris quien lo recibía tranquilamente.

La multitud quedó estupefacta.

Inmediatamente el aire empezó a llenarse nuevamente de gritos.

-"Oi señor, mi cuello está desnudó, ¿No cree que debería ser protegido-"

-"Maestro, maestro mis muñecas se sienten débiles y vulnerables, deme un tesoro para poder protegerlas.-"

-"Señor, señor, observe mi hermoso pecho, ¿No está desprotegido? Ayúdeme!-", dijo sin vergüenza el mercader gordo que había llegado al lugar.

Por la mente de los tres jóvenes la palabra "patético" resonó.

Sin embargo, el hombre encapuchado se inmutó totalmente ante los gritos de los interesados y se limitó a ver a Astalris que observaba el collar.

-"Cuídalo. Para compensar el que tuvimos que devolver.-", dijo alegre Astalris mientas le entregaba el collar a Emilia quien lo aceptó nerviosamente ante los cientos de ojos de envidia que caían sobre ella.

Luego volvió a mirar al hombre y estaba vez frunció el ceño y agarró de las mangas de Xanis y Tysam para moverlas furiosamente.

-"Pero mira a estos jóvenes, son tan débiles e inútiles. Ni siquiera pueden defenderse por sí solos, ¿Acaso quieres que mueran?-", dijo Astalris de manera indignada.

Los jóvenes querían llorar.

-"Está bien que no nos podamos comparar a ti, pero de donde venimos somos considerados genios ¿sabes?. "-, se lamentaron internamente.

El hombre los miró por unos segundos y volvió a sacar de su bolso dos espadas.

Ambas tenían runas inscritas en ellas pero al fijarse en su detalle se podía apreciar que estas ardían y emanaban una presencia que quemaba solo con ver.

Obviamente era tesoros poderoso, muchos de los presentes sintieron envidia.

El hombre entregó las espadas gemelas a Astalris quien se las pasó a lo chicos y dijo indiferentemente, -"Combinan con ustedes.-"

Ambos jóvenes agradecieron y las recibieron sin protestar viendo la exquisitez del forjado y su poderosa apariencia.

-"Veo que tienes bueno ojo para los regalos. Ahora me toca a mi. ¿Que me darás? Si es bonito, quizás te cuente una historia.-", dijo Astalris sonriendo infantilmente.

El hombre lo miró perplejo y finalmente sacó de su bolso una semilla dorada, emanaba una presencia divina y solo el hecho de exponerla a la vista de los presentes forzaba algunos en sumisión. Como si el árbol de la vida fuera a brotar de ella.

Astalris se quedó en blanco, totalmente estupefacto al ver la semilla.

Luego rápidamente de un gran salto se la arrebató al hombre y empezó a inspeccionarle. Tras un momento miró sospechosamente y con recelo al hombre encapuchado y dijo fríamente, -"No sabía que gustaba robar cosas.-"

Y ahora fue el turno del hombre encapuchado cuya poca piel visible entre sus ojos empezó a ponerse pálida.

Luego empezó a sudar y se veía muy nervioso, como si Astalris lo hubiera agarrado con las manos en la masa.

Finalmente Asltaris lo fulminó con la mirada y procedió a calmarse.

Luego dijo algo amargado, -"Supongo que este tipo de encuentro puede ser considerado parte del destino.-"

Entonces suspiró mientras guardaba la semilla en su bolsillo y fríamente le dijo al hombre,

-"Hace mucho tiempo había una aldea,

En ella los eternos amantes residían,

En todas las oscuras noches la luna salía,

Y en todos los mortales días el sol residía.

Y tiempo pasó y todo con calma transcurrió,

Pero entonces llegó un día en que el sol ya no salió,

La gente en pánico entró,

Más la noticia de un niño recién nacido al pueblo alertó.

El niño tenía risos dorados como el oro y brillaba más que muchas de las estrellas.

Pero entonces la luna entendió que había sido traicionada.

Y su blanqueza de rojo sangre fue teñida.

Y ahí acabo la historia, Astalris procedió a retirarse seguido de los tres jóvenes sobre las muchas miradas curiosas y confusas.

El hombre encapuchado por otro lado no parecía insatisfecho con la historia, de hecho sus ojos parecían mirar al horizonte pero su mente estaba en otro lado, y muchos sospecharon que si su boca no estuviese cubierta probablemente estaría sonriendo.

Al avanzar por las calles los jóvenes no pudieron contener su curiosidad y luego de que Xanis y mandara miradas a Tysam para que él mandara miradas a Emilia dado su problema, finalmente Emilia optó por preguntar, -"Joven maestro, ¿Que significaba la historia y por qué el hombre quería escucharla?-"

Astalris simplemente respondió, -"Si la historia fuera escuchada para cualquier otra persona en el mundo, no significaría nada. De hecho las personas que la conocen que actualmente sigan vivas no deben alcanzar los dos dígitos. El encapuchado tiene una suerte divina al haberme encontrado de buen humor. La historia para él significa una respuesta que ha buscado por mucho tiempo.-"

La respuesta confundió más a los jóvenes pero ninguno refutó la respuesta.

Los dos jóvenes entendían su posición como aprendices de la Santa y la diferencia entre estatus los hizo ceder ante el impulso de insistir, aunque en su mente la respuesta no tuviera pies ni cabeza, mientras que Emilia sabía que había cosas que no debía ni era digna de conocer por el momento.

Al llegar a la casa Astalris procedió descansar a su habitación. Y Aeris esperaba a los dos jóvenes para verificar su progreso.

Ambos habían perfección las bases de manera decente y Aeris procedió a enseñarles el ritmo de movimiento que era similar para ambas manos.

Por otra parte Emilia practicaba arduamente su control sobre su magia en su patio bajo la supervisión de Astalris.

Pero de vez en cuando los ojos de Astalris se movían ala semilla que había conseguido.

-"Tch!"-, murmuró en voz baja.

-"Si las cámaras Asmod fueron abierta varios ladrones deben haber ingresado. Que fastidio.-", pensaba Astalris.

Al cabo de un rato Aeris ingresó al salón y Emilia procedió a retirarse. Luego Astalris empezó a instruirla en el estilo de la mano izquierda y continuaron hasta que la hubiese dominado.

Los meses pasaron y finalmente llegó el cumpleaños número 9 de Astalris. En el transcurso varios sucesos se habían llevado acabo.

Aeris bajo la constante instrucción de Astalris, logró dominar el estilo de la Danza de Dragones con ambas manos a Nivel Santo, sin embargo, al combinar ambos estilos y sincronizarlos la fuerza que demostraban superaba por creces el Nivel Santo.

Por ello ya hace unas semanas la Reina Olivia había personalmente viajado a la ciudad de Amdarar para presenciar la ceremonia de celebración del nacimiento de un nuevo guerrero Nivel Rey.

Diferentes poderes trataron de reclutar a Aeris pero todo fue en vano, renunció a su posición de anciana de la Mansión de los Siete Placeres y fundó el Clan Ith'laris.

Luego como matriarca empezó a reclutar sirvientes, guerreros y guardias, invitó a varios familiares y amigos a unirse y terminó finalmente fundando un verdadero clan que empezaba a abrirse paso entre los diferentes círculos de poderes.

Krenalis por otra parte, se encargaba de todas las gestiones y mayor desarrollo del clan, se tenía planeado que él fuera nombrado como Jefe del Clan y que Aeris ascendería a Gran Anciano y luego a Ancestro.

Pero debido al viaje planeado a la capital, por el momento el título aún lo tenía Aeris aunque Krenalis se encargara de todo.

Los dos jóvenes, Tysam y Xanis habían logrado cada uno dominar el estilo de la Danza de Dragones a Nivel Inicial con su mano correspondiente bajo la tutela de Aeris y finalmente habían sido reconocidos como discípulos formales del estilo.

Recién habían comprendido el primer movimiento y intentaban perfeccionarlo, pero ambos se veían muy entusiasmados.

Claro que aveces Tysam solo podía suspirar desalentado, su misión para reclutar a Astalris se había estancado totalmente.

Ya no tenía confianza en poder ofrecerle algo valioso a Astalris como trató en un inicio, el niño parecía que nunca se le acababa el dinero y a los tesoros les parecía divertido ser encontrados por él.

En cuanto a su relación, había mejorado a gran escala pero seguía habiendo un inmenso margen de respeto y temor que Tysam no podía traspasar.

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Pendiente de corrección*