Tintineo.
Tintineo.
Tintineo.
Un sonido inquietante de campanilleo despertó a Dorian. Cuando empezó a despertarse, sintió una presión extraña empujándolo hacia abajo, oprimiéndolo. Intentó abrir los ojos cuando se despertó por completo, pero no pudo. Su mente estaba llena de confusión.
Tintineo.
Tintineo.
Tintineo.
Una oleada de recuerdos se apoderó de él mientras trataba de entender dónde estaba y qué había sucedido.
Él acababa de graduarse de la universidad, convertido ya en un ingeniero aeroespacial que celebraba la graduación pasando la noche fuera. Dorian forzó su mente, y recordó vagamente cruzar una calle y escuchar un fuerte ruido de chirrido.
La última cosa que Dorian pudo recordar fue una ola de dolor estrellándose en su costado, y luego una oscuridad repentina que apabulló todo.
«¿Morí? ¿Estoy muerto?», murmuró o trató de hacerlo. Cuando intentó hablar, sin embargo, todo lo que salió fue un eco de gárgaras.
Tintineo.
Tintineo.
Tintineo.
El sonido de campanilleo siguió por varios minutos mientras Dorian luchaba por ver o hablar.
Después de unos minutos de esfuerzo, Dorian se dio cuenta de que aún cuando no podía ver o hablar, era capaz de moverse, aunque muy lentamente. Al enfocar su voluntad en mover su cuerpo adelante, sintió que lentamente comenzaba a avanzar. Gracias a lo que sus sentidos le aportaban, Dorian determinó que ya no tenía un cuerpo humano. O, si lo tenía, era uno que estaba horriblemente mutilado más allá de todo reconocimiento.
Tintineo.
Tintineo.
Tintineo.
Dorian siempre había sido una persona tranquila y analítica. Se había esforzado para obtener su título en ingeniería aeroespacial en tres años de lugar de cuatro, y ya había sido aceptado como estudiante de postgrado. Cuando se encontraba con un problema, siempre lo analizaba para entender exactamente a qué se estaba enfrentando y cómo resolverlo. Después de unos momentos iniciales de pánico, Dorian se tranquilizó y se concentró, tratando de comprender más la situación en la que se encontraba.
«No tengo brazos, ni piernas que pueda sentir. Tampoco puedo ver nada, y soy incapaz de hacer cualquier sonido. Bueno, es posible que no pueda correctamente debido a ese sonido de repique, pero no siento que pueda hablar»
Dorian dejó de pensar en tratar de avanzar y se enfocó en tratar de sentir su entorno. Después de unos momentos, fue recompensado por sus esfuerzos.
Una comprensión vaga del mundo a su alrededor entró en su mente. A pesar de no ser capaz de ver, de alguna manera podía sentir el entorno lo suficientemente bien como para dibujar una borrosa imagen mental.
Estaba en algún tipo de jaula. Docenas de gruesos barrotes negros cubrían los costados de esta jaula, y un extraño símbolo blanco que brillaba destacaba sobre una placa de metal que cubría la parte de arriba.
Mientras analizaba el exterior, también intentó examinar su cuerpo. Notó que no había mucho de un cuerpo en absoluto, sonriendo con sarcasmo en su cabeza. Parecía ser algún tipo de masa amorfa negra, indiferenciado en mayor parte. Tenía un sentido innato de que tenía alrededor de un metro de ancho y largo, y que la jaula en la que se encontraba tenía unos cinco metros de ancho y largo, con forma circular.
Dorian se esforzó mientras intentaba avanzar, usando la imagen de la jaula en su mente para explorar. Después de unos minutos de esfuerzo, llegó al lado de la jaula en la que estaba. Lentamente se extendió hacia adelante mientras entraba en contacto con los barrotes de la jaula.
No sintió nada. Parece que tampoco lograba captar algo con el sentido del tacto. Notó, no obstante, que en lugar de que su negro y amorfo yo pasara a través de los agujeros en la jaula, una barrera invisible lo hizo retroceder, impidiendo que escapara.
Dorian trató de escaparse por unos minutos antes de rendirse, deslizándose de nuevo hacia el centro de su jaula circular. Se calmó por unos momentos, tratando de que se le ocurriera un plan.
«Parece que estoy atrapado aquí», murmuró en su cabeza mientras enfocaba su atención hacia el techo de su jaula.
Un símbolo blanco y brillante iluminaba la pasarte superior de su jaula. Tenía la forma de dos letras "Y", colocadas una arriba de la otra, una de ellas al revés. Dorian sintió que la luz que emitía era muy brillante, iluminando el resto de su jaula. Nuevamente intentó expandir sus sentidos más allá de la jaula, pero descubrió que sólo podía concentrarse en cosas a unos pocos metros de él.
Tintineo.
Tintineo.
Tintineo.
El sonido de repique sonó de nuevo, continuamente. Dorian finalmente se enfocó en eso, tratando de descubrir de dónde venía. Se concentró en el sonido, dirigiendo su atención a él. Era un ruido de campanilleo abrupto y agudo, pero sonaba con una frecuencia normal. El ruido parecía hacer eco cada vez que aparecía, lo que hacía difícil rastrearlo.
«¿Viene del símbolo?»
La única cosa en su jaula de la que podía venir el sonido parecía ser el símbolo blanco que brillaba sobre él. No había nada más especial en su jaula.
«Necesito salir de esta jaula. No se me ocurre ninguna buena razón para quedarme atrapado aquí, y salir es lo principal ahora, incluso en este cuerpo. Supongo que tendré que arriesgar».
Hablar sobre las cosas en su cabeza siempre había sido un método que utilizaba para calmarse y resolver las cosas.
Se detuvo por un momento y empezó a concentrarse. Se imaginó a sí mismo estirándose hacia arriba, tratando de alcanzar el símbolo brillante. Su movimiento anterior había requerido que se concentrara en moverse, en lugar de moverse físicamente. Por alguna razón, el moverse así se sintió y se volvió natural para él mientras estaba en este cuerpo.
Poco a poco, comenzó a estirarse hacia arriba, la masa amorfa negra que él era se estaba adelgazando mientras alcanzaba el techo de la jaula. Al moverse hacia arriba, una ligera tensión empezó a estar a punto de estallar dentro de él. Sintió un extraño impulso de presión, que aumentaba a medida que se acercaba al símbolo.
A medida que se acercaba, el sonido de campanilleo aumentó de volumen, comenzando a resonar fuerte y dolorosamente en su cabeza.
Tintineo.
TinTINEO.
TINTINEO.
Dorian gruñó de dolor mentalmente mientras ignoraba el ruido cada vez más fuerte, y pulsó el símbolo, sintiendo una especie de compulsión. Mientras más fuerte sonaba, más sabía que necesitaba tocar el símbolo de arriba.
Tan pronto tocó el símbolo, un cegador destello de luz blanca lo abrumó. Un rápido instante de dolor se movió a través de su cuerpo, causándole un hormigueo. Si tuviera ojos, se hubiera puesto a parpadear mientras intentaba recuperarse. Resonó un fuerte ruido rechinante cuando el ruido de tintineo se detuvo abruptamente.
RUIDO SORDO.
La cubierta en la parte de arriba de su jaula se deslizó hacia un lado. Al hacerlo, repentinamente una voz hizo eco en la mente de Dorian, con tal poder y fuerza, que lo abrumó y casi lo dejó inconsciente.
AH, PRIMOGÉNITO DE MI PERFECTO REBAÑO. FINALMENTE TE HAS FORMADO Y ESCAPADO.
HAS SIDO CREADO DEL ÉTER, POR TU SEÑOR Y MAESTRO, EL DIOS-REY YUKELI.
SEGUIRÁS TODAS MIS ÓRDENES, TU ALMA HA SIDO SELLADA. SABRÁS QUÉ NECESITAS HACER CUANDO LLEGUE EL MOMENTO.
CRECE.
EVOLUCIONA.
SIEMBRA LAS SEMILLAS DEL CAOS EN LOS 30.000 MUNDOS.
TÚ, PRIMOGÉNITO, ALBERGARÁS MIS MÁS GRANDES ESPERANZAS.
AUNQUE NO PUEDA ESTAR VIVO EN EL REINO DIVINO, MIS PLANES CONTINUARÁN INALTERADOS.
EL CAOS SE LEVANTARÁ, EL ORDEN CAERÁ, EL CICLO CONTINÚA INALTERADO.
La mente de Dorian entró en shock mientras lo inundaba el poderoso mensaje, estrellándose contra su conciencia. Un intenso y punzante dolor invadió su alma, casi causando que se desmayara. Una agonía que nunca había sentido penetró salvaje en su interior, como si miles de dagas ardientes estuvieran perforando su carne, cortándolo en pedazos.
A medida que el dolor lleno de oscuridad se apoderaba de Dorian, dejándolo inconsciente, lo último que pudo pensar es en la intensa fuerza que lo atraía, antes de que estuviera abrumado por una mezcla de conmoción, pavor y confusión.
…
…
…
Dorian se despertó de nuevo aturdido, con ecos débiles de dolor que tiraban de él mientras asimilaba sus alrededores, desplegando sus sentidos. Todavía era una masa amorfa negra. Él, sin embargo, ya no estaba en la jaula. En su lugar, descubrió que estaba sentado en un cráter pequeño en la tierra. Manchas aleatorias de suciedad y rocas cubrían el suelo cerca de él, y se olía en el aire la esencia de la tierra recién removida
«¡Ah! ¡Huelo! ¡Puedo oler!»
Dorian sonrió en su mente cuando se dio cuenta. En su jaula, no había tenido muchos sentidos que pudiera detectar, salvo la capacidad de conseguir una comprensión general de su entorno. Se concentró en salir del cráter en el suelo, y descubrió que mientras se movía, poco a poco iba sintiendo el suelo debajo de él.
«Así que ahora puedo sentir las cosas también», murmuró en su cabeza. Vagamente podía distinguir la luz del sol cayendo sobre su cuerpo similar a una masa.
«¿Dónde estoy ahora? ¿Qué estaba diciendo esa voz ridículamente fuerte? ¿Soy su 'Primogénito' y necesito evolucionar? ¿Para sembrar semillas del caos? ¿Qué tipo de tontería es esta? Nada de esto tiene sentido», se quejó mentalmente. Dorian ya se había habituado a la extrañeza de su situación actual. Ya casi esperaba que apareciera un ángel o Dios, ordenándole que emprendiera una búsqueda mística. Mentalmente sacudió su cabeza y empezó a desplazarse hacia el lado del cráter.
Cuando llegó al borde del cráter, al trepar por el costado de la pared, extendió su conciencia lo más que pudo, tratando de sentir sus alrededores. Paulatinamente, se enfocó la imagen de la superficie en la que estaba. También descubrió que cualquier cosa a menos de 25 metros de él era algo que podía detectar.
Estaba en un pequeño claro. Varias rocas pequeñas y grandes lo rodeaban, con un pequeño arroyo a unos veinte metros frente a él. Podía distinguir claramente varios árboles muy altos cerca del río, rodeados por unos cuantos arbustos. La hierba crecía por todos lados. Insectos y animales pequeños se arrastraban alrededor, todo dentro de su campo de visión. Sintió varios peces nadando en el río.
Cualquier cosa más allá de los veinticinco metros, sin embargo, estaba completamente en blanco para Dorian. Ni siquiera podía ver la punta de los árboles a veinte metros de distancia, limitado a solo percibir las partes más bajas de ellos. Detrás de él solo había más rocas, inclinadas poco a poco hacia arriba, como en una colina o montaña.
Mientras Dorian estaba considerando qué hacer, un destello de luz azul se propagó a través de él, y una voz indiferente habló tranquilamente en su cabeza.
—Se han detectado objetivos de absorción. Siguiendo el protocolo de la matriz de hechizos, el anfitrión tiene tres oportunidades para solicitar ayuda para la absorción. Por favor, defina un objetivo y envíe un comando a la matriz cuando requiera ayuda.
Dorian parpadeó mentalmente. Esperó un momento para ver si la voz iba a decir algo más. Cuando permaneció en silencio, tentativamente emitió una pregunta mental.
—¿Cómo envío un comando a la matriz?
No recibió respuesta. Dorian esperó unos instantes más. Entonces volvió a centrarse en sí mismo, imaginando que, si la voz estaba diciéndole que hiciera algo, debería ser algo posible.
Exploró su propio cuerpo grumoso como lo hacía con los alrededores, centrándose en sí mismo. Al hacerlo, se dio cuenta de una pequeña perla de luz amarilla, en lo profundo de sí mismo. Miró más de cerca a la perla, observando cientos de miles de diminutos símbolos, con líneas blancas que los conectaban de diferentes maneras. A lo largo de estas líneas se movían pequeñas flechas de energía sin un patrón aparente.
De inmediato se aferró a eso, enfocándose en esa esfera. Mientras lo hacía, un torrente de conocimiento se precipitó en su mente.
Esto era una matriz de hechizos del alma. Era una construcción increíblemente complicada de energía y magia, creada al combinar una incontable cantidad de símbolos y líneas de energía. Era esta matriz lo que mantenía unido su cuerpo actual y su alma. Estaba perfectamente fusionado dentro de él, de tal manera que sería imposible eliminarlo.
Una voz comenzó a hablar dentro de su cabeza.
—Hola. Soy el genio de tu matriz de hechizos del alma, Ausra. Puedes dirigir cualquier pregunta a mí —la voz tenía un margen débil y femenino, y era relajante de oír.
Dorian dio un respingo, sorprendido. Mentalmente sacudió su cabeza, no obstante, sorprendido de que incluso se hubiera sorprendido. Con todas las cosas extrañas que estaban sucediendo, otra voz dentro de su cabeza no era tan sorprendente.
—Ausra, ¿qué es una matriz de hechizos del alma?— Se le había entregado una definición general de la matriz cuando la miró, pero quería saber más.
—Todos los seres, lo grandes o pequeños que sean, a través de los 30.000 Mundos tienen en su interior una matriz de hechizos del alma. Es por medio de esta matriz que pueden volverse más fuertes y ser capaces de aprender nuevas habilidades o poderes. Tu matriz de hechizos del alma es única en tanto que posee la compleja habilidad de permitirte evolucionar, además de poseer un genio de matriz tan pronto en tu desarrollo— la voz de la genio permanecía indiferente y relajante.
«Mmm…»
Los pensamientos de Dorian se volvieron hacia adentro. La perla palpitante que era su matriz de hechizos del alma parecía incomprensible para él en ese momento, pero estaba lleno de una intensa curiosidad. ¿Cómo funcionaba esto? Todo esto era tan extraño.
—Dijiste que el mío es único ya que me permite evolucionar? ¿A qué te refieres específicamente con eso? —preguntó.
—Al absorber las matrices de hechizos del alma de otros seres, puedes absorber algunas de sus habilidades o sus linajes y evolucionar, transformándote en un nuevo o diferente ser. No siempre evolucionarás cuando absorbas la matriz de hechizos del alma de una criatura, pero tu fuerza y capacidades crecerán. Esta habilidad fue diseñada personalmente por el Dios-rey Yukeli para elaborar al ser perfecto. Las matrices de hechizos del alma normales pueden crecer y expandirse, permitiendo que un ser crezca más fuerte o más poderoso, pero nunca dejarán que una criatura cambie su raza fundamental. La matriz de hechizos del alma del tipo goblin siempre será la matriz de hechizos del alma de un goblin. Sólo a través de millones de años de investigación y experimentación, su Señoría pudo crear tu matriz de hechizos del alma.
—Bien —respondió Dorian, pensando rápidamente mientras reflexionaba sobre las cosas—. Entonces ¿qué se supone que tengo que hacer? ¿Por qué sacó MI alma del éter? ¿Por qué estoy aquí?— eso era lo que le molestaba. ¿Por qué fue elegido? No tenía sentido. Él había sido un humano normal.
—Eso… —la genio de la matriz se detuvo—. No estoy segura. Parece que ha habido algún tipo de… el renacido no debe poseer ninguna inteligencia ni recuerdos al principio, pero parece que tú sí. El sello del alma debería haberse aplicado a tu alma para remover esas cosas. Sin embargo, parece haber fallado. El primogénito parece haber sido… su Señoría no comete errores. La razón de la inteligencia del primogénito está simplemente más allá de mi comprensión.
—Ya veo.
Dorian comprendió algo al menos. Lo que sea que fuera el sello del alma que debía borrar sus recuerdos y esclavizarlo parecía haber fallado. Tal vez era porque él era el primero, o quizás algún error al azar del destino.
De todas formas, él era libre ahora, y no tenía intenciones de ser el esclavo de alguien más.
No obstante, antes de que pudiera pensar más sobre el tema, los pensamientos de Dorian fueron interrumpidos bruscamente.
Una enorme salamandra apareció al borde de la visión de Dorian al irrumpir en el río frente a él, atacando a un pez. El lagarto era grande, de varios pies de longitud y estaba cubierto de brillantes escamas verdes. Tenía una boca larga y llena de dientes que agarraron a uno de los pequeños peces que nadaba en el río.
Tan pronto como atrapó una comida, la salamandra saltó fuera del agua, deslizándose hasta detenerse en la zona cubierta de hierba. Comenzó a devorar su comida antes de detenerse, mirando a Dorian con curiosidad.
—El objetivo para la absorción ha sido detectado.