Dorian avanzó muy lentamente, moviéndose con sumo cuidado a lo largo de la rama de árbol en la que estaba posado. Sus instintos y su capacidad para moverse usando el cuerpo de la salamandra roja eran algo naturalmente innato a su transformación, lo que le daba el control y la habilidad que no podía esperar de un cuerpo humano.
Después de unos pasos más, Dorian ahora estaba posado a unos pocos pies sobre un pequeño arroyo por el que fluía la corriente y que tenía unos dos o más pies de profundidad. Se podían apreciar varias docenas de peces moviéndose a través del arroyo, cada uno provisto con una gran aleta blanquiazul. Varias olas pequeñas cruzaban la superficie del arroyo. Unos cuantos parches de hierba lo bordeaban, pero la mayor parte de esta área del bosque estaba desierta actualmente.
Pasaron unos momentos de tensión mientras miraba hacia abajo, sin parpadear. Entonces, de manera abrupta, los instintos de Dorian se encendieron y saltó directamente hacia abajo sin vacilación, lanzándose hacia el arroyo.
CHAPOTEO
Dorian cayó al río e inmediatamente chasqueó abajo con sus dientes, capturando uno de los peces de escamas azules. El resto de los peces del río se dispersaron inmediatamente, huyendo de él en oleadas. El ligero olor de la sangre roja goteaba del pez de escamas azules mientras luchaba en sus dientes, tiñendo de rojo el agua de las cercanías.
El sabor de la sangre en su boca, la carne con espuma del pequeño pez era casi eufórica para Dorian. En su mente, apareció una pequeña notificación desde la matriz.
—Linaje de aleta de río blanca almacenado exitosamente. Etapa de crecimiento: (2/2) pez maduro
—No está mal. Este ya ha madurado bastante —murmuró Dorian mientras masticaba los restos del pescado, tragándoselo.
Su paladar después de convertirse en una salamandra roja había cambiado mucho. Como humano, el comer alimentos crudos era algo que Dorian nunca había pensado que intentaría. Como salamandra roja, el cocinar la comida era simplemente un paso extra innecesario.
Habían pasado tres días desde que Dorian llegó a este mundo. En ese tiempo, había estado ocupado. Después de huir del alud causado por el enfrentamiento de las dos criaturas colosales en la montaña, Dorian había explorado con cuidado las profundidades del bosque. Se agarró de las copas de los árboles mientras se movía, cuidadoso para evitar la atención de cualquier otra criatura si podía evitarla. Se había adaptado completamente a moverse con su nuevo cuerpo.
El primer objetivo de Dorian había sido conseguir un lugar seguro para descansar. Después de buscar por los alrededores durante gran parte del primer día, Dorian había encontrado un árbol alto que se había ahuecado en la parte superior. A falta de otros lugares, hizo de este su nuevo hogar temporal, descansando allí por la noche.
De noche en el bosque, lo que Dorian encontró era aterrador. Criaturas extrañas se movían en la oscuridad, y se escuchaban constantes aullidos y enfrentamientos de bestias, cubriendo la noche con un aura de miedo y temor. Dorian estaba aterrorizado en secreto cuando observó todo esto, permaneciendo oculto en su copa del árbol hasta el amanecer.
Ahora, Dorian estaba trabajando en su segundo objetivo: hacerse más fuerte, lo suficiente como para sobrevivir sin miedo en esta extraña tierra.
Según Ausra, mientras más desarrollado era un linaje, en cualquier criatura, más fuerte sería esa criatura. Él podía desarrollar su linaje al absorber energía de otras criaturas, o encontrando más Salamandras rojas y directamente absorber sus linajes. También podía desarrollarlo de manera natural al envejecer, pero eso le tomaría mucho más tiempo.
Algunas criaturas, como las salamandras rojas, naturalmente tenían la capacidad de evolucionar. Sabiendo esto, Dorian había salido a cazar.
—Ausra, ¿cómo de cerca estoy de avanzar a mi siguiente etapa de crecimiento para la salamandra roja?
En vez de responderle, Ausra hizo aparecer en su mente un conjunto de pantallas con información sobre su progreso:
—Salamandra roja. Etapa de crecimiento: (3/5) adulto joven. Progreso de crecimiento- 97/100.
—Casi —murmuró.
En los últimos días, no había encontrado otras salamandras rojas, y se había visto obligado a atacar a otras criaturas y absorber energía de ellas para mejorar su linaje. Como efecto secundario, había adquirido varios linajes débiles que podía usar en el futuro, como el de la aleta de río blanco completamente madurado que acababa de completar el almacenamiento exitosamente. Al conseguir lo suficiente del linaje de alguna criatura, podía obtener un adn completamente maduro que podía usar más adelante, para experimentar o transformarse.
Afortunadamente, debido a su matriz única, no necesitaba pelear contra nada fuerte para volverse más fuerte. Simplemente al absorber la energía de una criatura más débil, favorecería a su linaje, aunque de manera un poco más lenta que si matara bestias más fuertes. Sin embargo, a largo plazo, los resultados serían los mismos, así que realmente no le importaba. Su propia seguridad en este extraño mundo era lo primordial.
—De acuerdo, un pez más y eso debería ser suficiente —murmuró mientras miraba el área que lo rodeaba. Además del arroyo y algunos parches de hierba, el resto del área estaba oscurecida por árboles de hojas verdes muy altos, cubiertos de ramas. No sintió ninguna otra criatura enorme cerca, y se sintió relativamente seguro. Miró hacia arriba, y notó que solo era alrededor del mediodía. Había un sol enorme y amarillo parecido al de la Tierra suspendido en un cielo casi desprovisto de nubes. Le quedaba mucho tiempo.
Dorian se deslizó a un lado de la corriente, mirando el agua. No había peces presentes en las cercanías, tras nadar corriente arriba o hacia abajo para alejarse de él. La sangre de antes ya había sido arrastrada, pero Dorian sabía que pasarían varios minutos, quizás más, antes de que algún pez regresara a esta zona.
Cuando estaba a punto de darse la vuelta, un destello dorado atrapó de forma abrupta la atención de Dorian. Se detuvo, lamiéndose los labios de una manera decidida como una salamandra, mientras se enfocaba en el origen de la luz.
Colocado en el fondo del arroyo, atrapado en algún tipo de roca marrón, había un anillo de oro brillante, con una pequeña gema azul engastada en ella.
—¿Oh? —pensó Dorian, dando algunos pasos hacia el costado para acercarse. Pronto estuvo paralelo al anillo, en el lado del arroyo. El anillo en sí estaba casi en centro exacto.
—¿Ausra, existen los anillos mágicos? —dijo Dorian. Encontrar un anillo al azar en un río, especialmente en las profundidades de este bosque desconocido, no podía evitar despertar sus sospechas.
—Cualquier ser con un alma lo suficientemente poderosa puede imbuir ciertos objetos con habilidades de su matriz. Además, artesanos talentosos pueden usar sus propias habilidades para crear objetos únicos con poderes únicos. Supongo que estos se pueden calificar como anillos mágicos. No obstante, este tipo de objetos normalmente sólo se encuentran en criaturas bípedas como humanos, vampiros, ermitaños, titanes, o aquellos con una naturaleza similar —respondió Ausra, amablemente.
Dorian sintió un deseo repentino de tener el anillo en frente de él al escuchar esto. Incluso si se trataba de un anillo regular, la única desventaja real era que se mojaría un poco. Dorian se sumergió en el río, impulsándose hacia el anillo. Hizo llegar su garra derecha para enganchar el anillo mientras caía en el arroyo, cortando a través del agua.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de recoger el anillo, la roca marrón sobre la que estaba se sacudió de repente. Una fracción de segundo después se volteó hacia arriba, transformándose de una simple roca marrón a algún tipo de objeto con forma de almeja, rompiendo el brazo derecho de Dorian con docenas de afilados y punzantes dientes.
Dorian no entró en pánico a pesar de estar sorprendido. Tan pronto como su brazo estuvo atrapado, al sentir el dolor de los dientes afilados que empezaban a enterrarse en las escamas de su extremidad, dio un segundo salto y salió disparado de la corriente. Sus poderosas piernas escamosas contenían fuerza suficiente como para partir a la mitad un árbol pequeño, y salir de la corriente en un solo salto fue bastante fácil.
Mientras se deslizaba por el aire, Dorian retorció y llevó su brazo derecho por debajo de él, mirando a la criatura con forma de almeja que estaba aferrada a él. Pese a los afilados dientes de la criatura, no había logrado excavar mucho, ya que las duras escamas de su cuerpo bloqueaban la mayor parte del daño.
ESTRUENDO
Dorian golpeó con fuerza a la criatura-almeja en el suelo cerca del arroyo, logrando estrellarse directamente con una pila de rocas. Al hacerlo, sintió que varias grietas aparecían en la concha de la almeja marrón.
«¡Suéltame!», pensó Dorian mientras estrellaba la almeja contra las rocas una y otra vez. A pesar de tener un metro y medio de longitud, la fuerza del cuerpo actual de Dorian era mucho más grande que su fuerza física como humano.
Después de golpear la almeja en la roca una media docena de veces, Dorian sintió que la sujeción en su brazo se aflojaba. Tan pronto como lo hizo, arrojó a la criatura lejos de él, oyéndola salpicar en el río.
Se tambaleó un paso hacia atrás mientras miraba su brazo derecho, viendo varias marcas de dientes destrozados. Las pequeñas heridas filtraban un pequeño chorrito de sangre. sacudió por unos instantes mientras trataba de tranquilizarse, tragando con fuerza.
«Maldición… De acuerdo. Bien. Estoy bien», murmuró en su mente, todavía sacudiéndose. Su brazo empezó a sentirse dolorido mientras se calmaba. Las heridas lanzaban punzadas de dolor. El agua corría por sus escamas, formando un pequeño charco debajo suyo. La adrenalina llenaba su cuerpo, manteniéndolo al límite. Respiró pesadamente en su forma de salamandra, intentando calmarse.
«Todo aquí trata de matarme. Qué lugar tan horrible». Dorian parpadeó, sacudiendo su cabeza. Fue su culpa por ser descuidado. Nunca había visto una criatura como esa, sin embargo, y ni siquiera quiera tenía idea de que existiera.
«¿Debería tratar de absorberla?» pensó, al volverse hacia el río. Echó un vistazo arriba y abajo del arroyo, viendo que no había señales de la extraña almeja marrón.
—Ausra, ¿qué era eso? —preguntó.
—Si bien no puedo estar segura del linaje de esa criatura, tenía la apariencia y patrón de una almeja marrón del tesoro. Este tipo de seres son criaturas únicas que tienen interacciones extrañas con el destino. Su aparición en esta área muy probablemente sea el resultado de que su Señoría torció el destino para enviarte a este mundo —continuó Ausra,
—Las almejas marrónes del tesoro adoran los objetos que están fuertemente conectados con el destino, y constantemente están buscando nuevos tesoros predestinados. En cuanto a sus interacciones normales, cuando van a cazar presas, comienzan inyectando con un sedante para dormir a alguna bestia que sea lo suficientemente tonta como para tocarlas. Luego se dan un festín con la víctima dormida, lo que generalmente termina en la muerte —respondió Ausra fríamente.
—¿Qué? ¿Son venenosas? —Dorian se giró a mirar su brazo herido en estado de alarma. No sentía ningún efecto extraño.
—Tu matriz fue diseñada para darte el poder de controlar los linajes. Muchos tipos de linajes son venenosos en la naturaleza. Su Señoría previó asuntos como este, y así agregó resguardos. El veneno de casi todos los tipos no tendrá efecto en ti. A pesar de que tu linaje sea realmente la de una salamandra roja, cualquier sustancia que sea extraña a ese linaje será analizada automáticamente y almacenada por tu matriz.
—¿Oh? ¿Puedes mostrarme cuál era el veneno?
Ausra respondió curiosa—. Almeja marrón del tesoro: Etapa de crecimiento 2/2. Cantidad de veneno almacenado: 30 ml.
—Mmm, no es mucho. Aun así, puede ser útil para más adelante —presionó la pantalla de su mente, observándola desvanecerse, antes de seguir hablando—. Ausra, ¿Podrías advertirme la próxima vez si ves algo como eso, una criatura que reconozcas?
Ausra no respondió.
—Bien…
Dorian frunció el ceño. El genio de su matriz parecía sólo responder preguntas cuando le era conveniente. Aún así, la ayuda que Ausra le daba era invaluable, y no tenía derecho a quejarse realmente.
Mientras miraba su brazo derecho ligeramente destrozado, Dorian logró sonreír como un lagarto. Lentamente giró hacia arriba su garra derecha, revelando un pequeño anillo dorado. A pesar de no capturar a la almeja marrón del tesoro, al menos había logrado agarrar el anillo que ésta contenía. El daño que había sufrido era intrascendente. Las Salamandras rojas tenían una poderosa vitalidad según Ausra, y heridas pequeñas como esta sanarían en unas pocas horas. Ya había dejado de sangrar.
«Ahora… ¿Cómo te utilizo?», murmuró en su cabeza mientras miraba el anillo—. Ausra, ¿Algunas ideas?
Silencio nuevamente.
—Supongo que trataré de ponérmelo.
Después de pensar por unos breves instantes, Dorian deslizó el anillo en su garra del extremo derecho. Estaba preparado para arrancarlo en cualquier momento, sin embargo, quedó colocado en el borde.
Pasaron unos momentos sin que sucediera nada. Débiles rugidos en el entorno indicaban la presencia de bestias feroces moviéndose en el bosque. Se levantó una pequeña brisa, revoloteando sobre el arroyo en el que Dorian se detuvo.
Un torrente de luz dorada comenzó a aparecer del anillo gradualmente. Dorian observó como la corriente de luz crecía en el aire, revoloteando brevemente alrededor. Luego fluyó lentamente hacia Dorian.
Observó cuando la luz hizo contacto con él, sin sentir ningún tipo de amenaza o peligro. Al hacerlo, una cálida sensación de energía inundó su pecho. También sintió aparecer una pequeña corriente de conocimiento que contenía un mensaje corto.
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—A quienquiera que reciba esto, que sepa que el destino ha decidido que seas el portador de mi muerte. Soy el ilustre Mago Mayor Horhavil, reducido a la puerta de la muerte. Después de dominar el dao de la luz y alcanzar la cima de la etapa Angelus del alma, traté de romper las cadenas que me sujetaban a los 30.000 Mundos y alcanzar la divinidad.
Por desgracia, he fallado. En el último momento, un grupo de hechiceros de mis ladrones aliados, el Reino Dorado, me traicionó y abatió cuando estaba más vulnerable. A pesar de mis heridas mortales, me las arreglé para escapar, al derribar a dos de sus Magos Parias en el proceso y al abrir un agujero en el vacío, terminé aquí.
El sitio de mi muerte yace aquí, en las profundidades de este bosque infestado de bestias. Entre dos montañas despedazadas, en el foso más oscuro de este valle, respiro por última vez. Mis tesoros son tuyos para que los tomes, solo te pido que un día informes al Santo Duque Archel, del Imperio Elector, que el Reino Dorado me traicionó.
Gracias. El ciclo continúa.
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El mensaje terminó, dejando a Dorian con una sensación de asombro. ¿Alcanzar la divinidad? ¿Dominar un dao de luz? Tales conceptos ajenos no tenían sentido, pero tenían una promesa tan fantástica que no pudo evitar preguntarse. Necesitaba saber más sobre el mundo que lo rodeaba. Quizás Ausra podría ayudar.
Sin embargo, antes de que pudiera preguntar cualquier cosa, la voz de Ausra apareció en su mente.
—Ha ingresado a tu cuerpo energía suficiente para ser absorbida. ¿Te gustaría absorber esta energía para impulsar el desarrollo de tu linaje de la salamandra roja?
—¿Qué? Oh, la luz dorada —Dorian lo captó de inmediato—. Sí, por supuesto.
Estaba tan cerca de alcanzar la siguiente etapa, que, si la cálida energía dorada que sentía dentro de él era suficiente, no debería haber ningún problema en aumentar su fuerza aquí.
—Confirmado—
Dorian sintió que la cálida sensación de energía en su interior se desvanecía mientras era absorbida vorazmente en su matriz de hechizos del alma, alejándose. Al hacerlo, una pantalla azul pálido con una escritura en ella apareció en su mente.
—Salamandra roja – Etapa de crecimiento: (3/5) adulto joven. Progreso de crecimiento – 786/100.
Antes de que pudiera reaccionar, inmediatamente apareció una segunda pantalla,
—El progreso de crecimiento excedió el límite. Evolución de la etapa de crecimiento iniciada. Transportando al espacio de evolución…