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Chapter 15 - Capítulo 15: El viejo mago

Varios cientos de metros bajo tierra, debajo del valle entre las cumbres destrozadas, existía una pequeña cueva que estaba bloqueada desde la superficie y llena con un aura de muerte increíblemente fuerte. Esta aura era tan poderosa que se filtraba en la tierra misma, exudando el más leve rastro del aura a las montañas y al valle que estaban encima.

La cueva era pequeña, con solo un par de docenas de metros de ancho. El aspecto más único de esta cueva era su forma. Era completamente circular, como una gran esfera cortada desde el suelo. Las paredes eran lisas, sin estar recubiertas por polvo o grietas.

El aura que Dorian había desatado estaba llena de poder, pero en su interior aun había una versión degradada del aura del mago caído de clase Angelus que la había tenido en vida. Solo había conseguido condensarla y almacenarla, al hacer uso de la matriz de hechizos del alma singular que tenía.

Aun así, incluso cuando Dorian desató la versión degradada, su alcance se extendió por millas en la superficie, y cientos de metros en el cielo arriba, y en el suelo debajo. Y, en ese momento exacto, el más leve indicio de esa aura llegó a esta cueva, en lo profundo bajo el suelo.

En el momento en que lo hizo, una luz dorada comenzó a aparecer, una esfera pequeña estaba apareciendo en el centro de la cueva. Una voz anciana y envejecida habló en voz alta,

—¿Mi sucesor?

..

Cuando la mujer pálida y de piel ligeramente grisácea comenzó a gritarle a Dorian, él sabía que estaba en problemas. Actuó genial, no obstante, su éxito en ahuyentar a los humanos lo empoderó. Sabía que podía salir de esta.

Notó con alarma que la fuerza del aura que emitía estaba comenzando a desvanecerse poco a poco. La neblina roja que rodeaba su cuerpo se había disuelto, casi imperceptiblemente. Si esto tomaba mucho tiempo, tendría que recurrir a ella nuevamente, usando otra cuarta parte de una de sus cartas bajo la manga.

—¿Ausra, puedo usar una de mis absorciones en ellos?

Todavía le quedaban dos oportunidades para absorber casi cualquier cosa que tuviera un linaje. Sin embargo, según los resguardos que había establecido el Dios-rey, tendría que convertirse inmediatamente en lo que fuera que absorbiera, y si ese ser/forma era demasiado fuerte para que su alma lo soportara, podría colapsar y perecer. Ausra se lo había dejado claro.

—Esos dos parecen ser nobles vampiro, ambos están en la clase Magnus Magister a juzgar por su apariencia física e intensidad del aura de sangre. Tu alma sería incapaz de soportar la carga —respondió Ausra.

Dorian parpadeó, con una sensación de vacío en su estómago.

—Magia de sangre: ¡sombra sofocante!

La mujer invocó las palabras para un hechizo. De inmediato, algún tipo de niebla roja extraña comenzó a formarse y empezó a cubrir el cielo

«Así sea», pensó, armándose de valor. Había llegado tan lejos, podía llevarlo un poco más lejos.

—¡¿TE ATREVES A OFENDER A ESTE DRAGÓN DIVINO?! —rugió Dorian, inflando su diminuto pecho de dragón con todas sus fuerzas. Su voz casi se quebró cuando dijo la última palabra, reseca de todos esos gritos.

La mujer noble vampiro se estremeció. ¡Parecía que su aura todavía tenía un efecto! ¡La esperanza no se perdió!

—¡Rápido! —pensó, frenéticamente. Necesitaba decir algo intimidante, algo que los asustara y que lo hiciera sonar como como un majestuoso dragón de los cielos.

Cuando la oscuridad se tragó el valle, llegó la inspiración.

—¿CREES QUE LA OSCURIDAD AFECTARÁ A ESTE DRAGÓN DIVINO? ¡ESTÚPIDA MORTAL, YO NACÍ EN LA OSCURIDAD! ¡FUI MOLDEADO POR ELLA! ¡TÚ SIMPLEMENTE LA HAS ADOPTADO! —su voz resonó mientras agitaba su pierna de ciervo asada de manera amenazante, citando a un personaje de una película en la Tierra mientras trataba de sonar intimidatorio.

No podía distinguir dónde estaban los vampiros debido a la oscuridad, pero miró en su dirección general. La niebla carmesí bloqueó toda la luz completamente, haciendo imposible que Dorian viera, incluso con su cuerpo dracónico.

De repente, escuchó un fuerte golpe en el suelo.

Una fracción de segundo después sintió más que vio algo que chocó con él, y luego lo envolvió. Su cuerpo entero estaba instantáneamente rodeado y encadenado, incapaz de moverse. Una fuerte aura de sangre comenzó a sofocar su mente, causando que su consciencia se desestabilizara.

Su cuerpo se sentía como si estuviera siendo aplastado. Sin importar cuánto luchara o se moviera, no podía detener esta sensación, algún hechizo mágico extraño estaba estrellándose contra él.

«Ayuda» suspiró mentalmente agotado. «Ha sido una buena carrera. Adiós mundo cruel». A medida que la inevitabilidad de su muerte parecía hundirse en él, se sentía cansado y sin desesperanzado, una calma extraña se apoderó de él.

—Han sido detectados varios linajes. ¿Deseas absorberlos? —la voz de Ausra en su cabeza era como un fresco oasis en un desierto ardiente de oscuridad.

—Sí, ¡SÍ! ¡SÍ! —gritó mentalmente, con su cuero apenas aguantando, aferrándose a la vida desesperadamente. La calma extraña de antes se desvaneció de manera instantánea, destrozada.

-Absorbiendo linajes detectados-

-Orígenes del linaje-

29% Lobo golem

25% Lobo de lodo negro

24% Lobo de lluvia blanca

15% Lobo agresivo

5% Vampiro puro

2% varios linajes indeterminados demasiado pequeños para medir en la actualidad.

De inmediato, apareció una pantalla en su mente, enumerando los orígenes del linaje de la bestia que lo había atacado y envuelto. Sintió una ráfaga como una gran cantidad de energía que absorbió y almacenó en su matriz de hechizos del alma, a la espera de su evolución.

Al mismo tiempo, el conjuro que lo atacaba desapareció por completo, la presión que lo oprimía se desvanecía, y escuchó un fuerte grito.

..

—¡ARRRRG!¡SALUM NO!

Gaia sintió una vil y horrible sensación de desgarro en su alma cuando su conexión innata con la bestia de sangre, Salum se desvaneció. Un dolor agonizante desgarró su consciencia mientras temblaba en shock.

Una fracción de segundo después los ojos de la hermosa vampira se pusieron en blanco y colapsó, inconsciente.

—Demonios…

Brutus tomó una decisión en una fracción de segundo al ver esto.

Sus años de experiencia lo habían llevado a encontrarse con varias situaciones de vida o muerte, pero ninguna otra como esta.

—Magia de sangre: quemadura de Caesar.

Su cuerpo fue sacudido con una luz oscura y carmesí mientras lanzaba uno de los hechizos más poderosos que conocía. Quemadura de Caesar, era un hechizo creado por un gran señor vampiro que murió hace mucho tiempo, quien sacrificó diez años vida en aumentar temporalmente la fuerza de alguien a un extremo enorme. No obstante, después de lanzar el hechizo, quien lo usase se volvería increíblemente débil por varias semanas, e incapaz de usar magia por varios meses.

Era un hechizo que solo alguien con la habilidad anormal de regeneración de un vampiro podría manejar. Si un humano intentara lanzarlo, su cuerpo directamente colapsaría por el esfuerzo.

Su corazón palpitó, al saber que este era el desastre más grande que había enfrentado en su vida.

Cualquier ser que pudiera destruir a una bestia de clase sangre de forma casual era un ser que podría acabar con su vida con facilidad.

De inmediato, Brutus saltó hacia adelante, llevándose a Gaia. Su cuerpo se movió tan increíblemente rápido que se desdibujó, cada paso que daba hacía grietas enormes en el suelo rocoso.

Levantó su cuerpo y lo arrojó por encima de su hombro, y luego se lanzó hacia el sur.

No prestó atención a la condición de su cuerpo, tirando brutalmente de cada fibra de su ser. Varios de sus huesos se agrietaron cuando los presionó a un extremo, alejándose del valle, cubriendo más de mil metros en solo segundos.

El único pensamiento en su mente era que él, un orgulloso mago de la guerra vampiro, sintió al ver a esa bestia aterradora.

..

Dorian gruñó ferozmente mientras mantenía su posición, la luz se deslizaba gradualmente en el valle a medida que la niebla sangrienta se desvanecía.

Un gran charco de sangre manchaba el suelo cerca de él. Varios agujeros pequeños y grietas diezmaban el valle, convirtiendo el paraíso que una vez fue pacífico en un campo de batalla con cráteres.

Parecía que el ataque que había intentado aplastarlo había sido elaborado completamente con la sangre de varios tipos de lobos. Cualquier sangre que su cuerpo tocara era sangre que podía absorber gracias a su matriz de hechizos del alma única. Atacarlo con un hechizo hecho de sangre era como ofrecerle un bocadillo refrescante.

Cuidadosamente miró a la izquierda y a la derecha, con los ojos alerta. No vio a nadie. Un ruido crepitante captó su atención y se volteó, con los dientes apretados en un gruñido.

De forma milagrosa, el fuego en el que estaba asando un ciervo de alguna manera todavía estaba encendido. El ciervo todavía estaba en el asador, y parte de él se había puesto a crepitar.

La pelea que parecía haber durado para siempre, en realidad sólo había tomado unos pocos minutos.

Dorian caminó lentamente hacia el fuego, apagándolo. El ciervo estaba completamente asado, y más tiempo en el asador probablemente lo quemaría. Aunque no había ninguna posibilidad de que pudiera comer nada justo ahora. Dejo su muslo de ciervo a medio comer.

El aura roja y poderosa que había desatado comenzó a desvanecerse gradualmente, disipándose alrededor de él. Echó un vistazo al ciervo antes de acechar sobre el río.

Miró abajo hacia su reflejo. Sus escamas verdes se habían teñido de rojo, cubiertas de sangre oscura, dándole una apariencia feroz. No podía verse ningún pez en el río, todos huyeron debido al aura que había desatado y los impactos de la batalla.

Dorian saltó en el río, sacudiéndose la sangre. Luego nadó hacia el pequeño agujero, oculto en el costado del río.

Rápidamente entró en la pequeña cueva oculta, conteniendo la respiración mientras nadaba hasta el lugar donde había encontrado la bolsa espacial vacía del mago muerto y los huesos.

La cueva era la misma que antes. Un espacio largo y húmedo con un techo bajo, medio llena con agua. Tan pronto como llegó a salvo a la cueva, escondido, Dorian se desplomó en el suelo, con su cuerpo sacudiéndose descuidadamente.

—¡Jajaja… jajajaja… JAJAJAJA!

Empezó a reírse descontroladamente, con lágrimas corriendo por su cara. Los ruidos hicieron eco en la cueva subterránea, rebotando en las paredes. Sus emociones estallaron en una amplia gama, miedo, horror, inseguridad, alegría, y emoción se mezclaron.

—¡Estoy vivo! —dijo en voz alta, temblando mientras la tensión y el estrés de los minutos previos lo golpeaban.

—¡ESTOY VIVO! —se rio de nuevo, con sus diminutas garras de dragón tintineando a la vez mientras bombeaba el aire.

—¡SÍ! ¡SÍ!¡SÍ! —se soltó, con sus emociones alborotadas.

Comenzó a bailar alrededor de la cueva, celebrando, con sus pequeñas patas de dragón tintineando en el duro suelo de piedra.

—¡Jódanse vampiros de mie***! ¡Jódanse humanos de mie***! —se dio la vuelta, victorioso, ignorando convenientemente el hecho de que alguna vez fue humano—. ¡¿Pensaron que podían matar a este dragón divino con su patética fuerza?!

Dorian estaba atolondrado por la emoción, el temor del momento desapareció cuando se alegró por el simple hecho de estar vivo todavía.

Cuando estaba en medio de su celebración, la voz fría de Ausra atravesó su mente.

—Tu alma se ha adaptado lo suficiente, gracias en parte a un crecimiento repentino en los pasados minutos. Evolucionando a la segunda etapa de crecimiento del dragón myyr…

..

El valle regresó a su apariencia de normalidad cuando los humanos y los nobles vampiro escaparon del área. Los animales y la vida silvestre regresaron gradualmente. Se levantó una brisa tranquila y sopló a través del valle, lanzando el hedor de sangre y destrucción.

Mientras el cuerpo de Dorian comenzaba a evolucionar, escondido de forma segura dentro de su cueva, una pequeña y brillante esfera de luz apareció en el valle, posándose donde Dorian había estado hace solo unos minutos.

—¿Sucesor?

Una voz avejentada habló en voz alta, emanando de la esfera dorada. Paulatinamente, apareció la figura de un hombre mayor, transparente y efímero.

Este hombre anciano vestía una túnica blanca y larga, decorada con un encaje dorado. El emblema del sol estaba estampado en el centro de la túnica, con rayos de luz saliendo de él. Tenía un rostro amable y cansado, con una cabeza calva, y una barba blanca y larga. Sus penetrantes ojos rojos buscaron en el valle, percatándose de todo.

El hombre apareció y se giró para mirar directamente a Dorian bajo tierra, cuyo cuerpo estaba transformándose en ese momento.

—No… Tú simplemente tienes un aura parecida dentro de ti. Refinada de un remante de mi propia aura, al parecer, qué impresionante.

La voz avejentada suspiró con decepción. No podía otorgarle su herencia a alguien que no era ya un mago, y aunque algunos dragones estudiaban magia, el que estaba delante suyo claramente no.

El hombre anciano observó con interés cómo se transformaba el cuerpo del pequeño dragón. Parecía estar creciendo de un polluelo a dragón adulto joven, a un ritmo muy acelerado.

—Parece que voy a perecer hoy, como mi magia.

El anciano se frotó el mentón, con una profunda tristeza en sus ojos. Su cuerpo era un conjunto de su alma remanente y su matriz de hechizos del alma, formado después de su muerte hace muchos años.

Se había ocultado en este valle por muchos años, a la espera de un sucesor de su reino, esperanzado en que lo encontrarían, así como a los mensajes ocultos que envío. Se había ido a descansar después de un período de tiempo desconocido, decidiendo despertar sólo cuando sintiera un aura similar a la suya.

Desafortunadamente, parecía que sus planes habían fracasado. Suspiró de nuevo, aceptando su pérdida. Parecía que verdaderamente su magia perecería hoy, las experiencias y el conocimiento que había adquirido pasando a la oscuridad.

En ese momento, un pequeño quejido captó la atención del mago viejo. A un costado, junto a un par de árboles agrietados, un joven mago yacía herido de muerte. Cubierto por un conjunto de ramas curativas de un gran olmo.

No, él se corrigió mentalmente, era una recreación mágica de las ramas curativas, y un de un gran olmo, y una muy hábil. A pesar de esta magia curativa activa, las heridas del joven mago eran demasiado graves. La muerte parecía inevitable si seguía por este camino.

El anciano mago Horhavil miró al mago agonizante, con los ojos llenos de lástima. Podía deducir lo que le había pasado al joven mago por los restos de la situación que lo rodeaba.

Una gran batalla había tomado lugar allí, bastante recientemente. Podía detectar rastros del Aura de sangre de nobles vampiro, y una energía vibrante y poderosa que solo podía venir de Magia de rayos, así como algunas delicadas cadenas de magia de Destino. Todos ellos en la clase Magister o Magnus Magister.

El joven mago aquí estudiaba Magia de madera, uno de los más versátiles estilos de magia, pero solo estaba en la clase Caelum. Podía sentir débilmente la sintonía del alma del hombre herido, y podía decir que no era malvado.

Claramente, sus compañeros lo habían traicionado, o lo habían dejado morir, dejándolo a un lado.

—Al igual que yo… —murmuró Horhavil, con sus ojos brillando, y los recuerdos de su propia muerte surgiendo. Traicionado por sus compañeros de confianza, dejado para morir amargamente después de robarle su posibilidad de alcanzar la ascensión.

Sus ojos brillaban considerablemente, con sus puños apretados. Miró al moribundo joven, tomando una decisión.

¿Por qué molestarse en preocuparse si este hombre era de su clan? Su clan aún tenía que encontrarlo, después de todos estos años, y si perecía ahora, sin traspasar su herencia, su magia y conocimiento dejarían este mundo para siempre, desperdiciados.

Y la situación en la que estaba el hombre lo tocó, profundamente en un nivel esencial. Salvaría a este hombre, y lo haría su sucesor. Pero para que esto sucediera, necesitaría un favor.

El mago anciano volteó su cabeza para mirar bajo tierra, donde cierto dragón estaba bailando en celebración para celebrar su recién adquirido crecimiento en fuerza.