De repente, el mundo entero cayó en el silencio.
Pollito inclinó la cabeza y miró al Dios del Dragón Ancestro. Al mismo tiempo, hubo un cambio drástico en esa expresión indiferente del Dios del Dragón Ancestro.
Al ver aquella escena, Lin Fan sintió una gran confianza en su corazón de que Pollito debía ser definitivamente el descendiente de ese Dios del Dragón Ancestro.
—¡Cuckcuckoo!
Pollito cacareó suavemente antes de girar su cuerpo hacia un lado y mirar a Lin Fan con una expresión extraña. Su significado estaba claro: ¡Ese Dios del Dragón Ancestro era su Papaíto!
El corazón de Lin Fan latía tan fuerte que estaba a punto de salirse en ese momento. Si ese fuera verdaderamente el caso, ¿no habría topado con una maldita mina de oro? Entonces entornó a toda prisa, movía nerviosamente y guiñó con el ojo con furor.
«Puesto que esto está resuelto, date prisa y ve a abrazar las piernas de este tipo con firmeza.»