—Oye, ¿qué te ha pasado? ¿Por qué estás callada ahora? —Lin Fan llegó delante de Huang Linger. Al mirarla plantada sin comprender dónde estaba, agitó las manos frente a su cara.
Solo con llegar allí, todo el lugar ya estaba alterado por ende. Si la Voluntad del Pseudo-Cielo hubiera atacado de verdad, ¿cómo de terrorífico hubiera sido eso?
Una existencia que podría devorar incluso la Voluntad del Cielo... ¿Cómo de débil podría llegar a volverse? Lin Fan se preguntó si podría hacerle frente.
Preocupada por su aturdimiento, Huang Linger miró a Lin Fan y sintió que su corazón daba un vuelco una vez más.
Esa cosa de antes era la Voluntad del Cielo sin lugar a duda. No obstante, esa no era la verdadera Voluntad del Cielo. No sabía lo que le había sucedido a la Voluntad del Cielo. Pero para que aquel hombre ante ella tuviera el poder de resistir ESO, aún no podía aceptar completamente los hechos.