Al entrar en los cuartos de los discípulos de la secta interior, Lin Fan descubrió que estaban mucho más silenciosos, a diferencia del bullicio en los cuartos de la secta exterior. Se podía ver a algunos discípulos trabajando duro en el cultivo en la cima de las montañas o en las bases de las cascadas.
Al observar a estos diligentes discípulos, Lin Fan no se dirigió a molestarlos.
Cuando Lin Fan se dirigió hacia la cima del Gran Maestro, fue recibido por la vista de Zong Hentian.
—¡Tío Marcial Lin! —Al ver a Tío Marcial Lin, Zong Hentian sonrió. No había visto al Tío Marcial Lin desde la finalización de la expedición.
—Sobrino marcial, al ver tu actitud relajada, ¿he de suponer que tienes bastante confianza en el combate de los genios? —Lin Fan se rio entre dientes.
—Jaja, no te burles de mí, Tío Marcial. Es porque no tengo confianza en mí mismo que voy a dar un paseo y así calmar mi estado de ánimo —Zong Hentian sonrió torpemente.