«Tal vez estoy imaginando cosas, pero acaso la cantidad de Qi espiritual en la casa ha aumentado?» Song Shuhang pensaba mientras se movía hacia la nevera.
Y justo cuando tomaba algunos aperitivos y planeaba recalentarlos con el microondas, Doudou se agachó silenciosamente a su lado y lo miro con una mirada juguetona en sus ojos.
Song Shuhang había visto esa mirada muchas veces. Por lo tanto, él era particularmente sensible a ella.
«¿Hay algo mal con lo que estoy haciendo?»
Él miró los bocadillos que tenía en la mano y a su atuendo… no parecía haber nada malo con ellos.
—Doudou, si tienes algo que decir, solo dilo, ¿ok? —Song Shuhang le dijo con impotencia.
—No es nada, solo estoy interesado en ver como planeas recalentar esos aperitivos con el 'microondas' —Doudou dijo con una sonrisa malvada y hacer una sonrisa teniendo la apariencia de un pekinés debió haber sido una tarea complicada para él.