El color sangre restante en el rostro de Xiao Yan desapareció rápidamente luego que el loto de fuego dejara su mano. Tosió intensamente y un hilillo de sangre fresca goteó de la esquina de su boca. Dada su fuerza actual, él se volvió realmente débil tras la fusión del famoso Loto de Fuego Exterminador. Aunque había tenido éxito en fusionarlo a la fuerza, eso también había resultado en una gran reacción negativa en él. Si él no hubiese estado extremadamente familiarizado con las llamas, era probable que la primera vida que tomara ese Loto de Fuego Exterminador hubiera sido la suya.
Xiao Yan sacó rápidamente varias píldoras medicinales de su anillo de almacenamiento y las arrojó en su boca. Solo después de sentir la fuerza medicinal esparciéndose rápidamente en su cuerpo fue que suspiró de alivio. Su mirada fue centrada inmediatamente en el colorido loto de fuego que flotaba en el aire.