En el interior del Gran Teatro Real de Rentato, los nobles y hechiceros que apreciaban el intermezzo susurraron entre ellos sobre la forma de la ópera, la cual era completamente diferente de las últimas.
Desde que la ópera se hizo popular, la ópera de sección siempre había sido la corriente principal incuestionable. A pesar de que alguno la había modificado, nadie tuvo el coraje de abandonar el excepcionalmente exitoso patrón. Los nobles y ciudadanos de Holm también se habían acostumbrado a la ópera. Se aficionaron a la conmovedora aria. En cuanto al argumento que la ópera pretendía representar, no hicieron por lo general más de lo necesario para percibir los sentimientos detrás de la música.
En cuanto a la más detallada trama y los diálogos concretos, muchas veces las estudiaban y aprendían mediante la apreciación de las obras de mismo título.