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Chapter 4 - Comenzar

Al girarme veo a una mujer de elegante figura vestida completa de rojo, pero a pesar de lo hermosa que se ve, es imposible ocultar la arrogancia que destellan sus ojos.Junto a ella dos sirvientas que siempre la acompañan,aunque no son tan simples estas son entrenadas por mi padre para proteger a su esposa de cualquier peligro.

-Que es lo que estas haciendo fuera de tu jardín? -dice sin ocultar el desprecio

-segunda señora madre... e terminado mi entrenamiento, y e decidido pasear fuera... Tiene algún problema con ello?.

-.. Sera que as desayuno un tigre y almorzado un leon, atreviendo te a hablarme de esta manera..-dijo mientras alzaba su mano para darme una cachetada.

En otro momento me encogería para evitar que me golpeara pero eso fue en otra vida... sugeto su mano y le doy una patada que la lanza contra un puesto de ropa,en realidad quería evitar a esta mujer pero tenia que aparecer aqui... Tras ver esto las sirvientas compartieron una mirada y asintiendo se van contra mi, lo admito tienen habilidad, bueno fueron entrenadas por el mejor.

Las mujeres al ser miradas por los ojos claros pero profundos de la pequeña y ver que en su hermosa cara se dibujaba una sonrisa no pudieron evitar sentir un escalofrío por sus espaldas, pero al recordar que era la hija inútil, perdieron todo miedo y comenzaron a atacarla. Dos mujeres jóvenes luchando contra una pequeña niña si esto no llamaba la atención del publico serian ciegos, no tardo en formarse un circulo de espectantes, susurrando por lo que veian.

-mira como luchan contra una pequeña niña.. Vergonzoso

-quien es la niña

-aunque son dos contra una..

Susurros por doquier, se escuchan, esto esta comenzando a aburrirme.golpeo sus puntos, dejándolas inconscientes y miro a la vieja bruja que se levanta de entre los escombros.

-le diré Todo a tu padre.. Pagaras por esto.

Le devolví una sonrisa, sacudí polvo inexistente de mi ropa y comense el retorno a casa.Se siente tan bien esto aunque se que lo are enfadar pero.. Ya cometí el error de pensar en los demás y después en mi esto ya no ocurrirá nuevamente.

Al llegar a las puertas veo un gran alboroto de gente, entre la multitud se encuentra mi padre.