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Yin Shaojie sonrió provocativamente. —Oh, ¿y quién podrías ser?
Aunque Mu Xiaoxiao lo había presentado claramente en ese momento, sólo quería mostrar un frente orgulloso, como si no quisiera saber quién era.
La boca de Feng Shengyang se torció y sus ojos se volvieron peligrosos.
Sus ojos se encontraron el uno al otro. Los dos eran inteligentes. No hacía falta decir que ambos sintieron hostilidad el uno por el otro.
Feng Shengyang deliberadamente descuidó responderle y dijo: —Ya que el Joven Maestro Jie está aquí, ¿por qué no juegas conmigo?
—Está bien, ¿cómo quieres jugar? —Yin Shaojie no planeaba tomar a Mu Xiaoxiao y marcharse.
—Reglas normales con una apuesta. ¿Qué opinas?
Intercambiaron palabras como si estuvieran cruzando espadas.
Mu Xiaoxiao los miró con curiosidad desde un lado.
¿Qué tipo de situación era esta?
