—Si —Mu Xiaoxiao sonrió dulcemente, como si estuvieran discutiendo algo tan trivial como el clima.
Los labios de Yin Shaojie se contrajeron hacia abajo. En cualquier caso, él era el descendiente de una familia muy adinerada que estaba acostumbrado a camas cálidas y suaves. ¿Cómo podría aceptar dormir en el sillón? ¿Mu Xiaoxiao estaba tratando de hacerle la vida difícil?
Con miedo de que él se arrepintiera de lo que prometió, Mu Xiaoxiao levantó un dedo, lo apuntó y dijo: —Recién dijiste qué harías cualquier cosa que yo dijera. ¡No seas sinvergüenza y mantén tu palabra!
Yin Shaojie quedó sin palabras.
Finalmente había entendido el dicho: Dispararse a uno mismo.
Aun cuando quería deshacer su promesa, tenía que conservar su dignidad, así que lo dejó pasar temporalmente.
—Está bien, mantendré mi promesa —dijo Yin Shaojie, mostrando un aire de superioridad, aunque en su corazón ya estaba pensando en un plan para reclamar su derecho a la habitación.
Mu Xiaoxiao tomó una almohada y la empujó contra su pecho. —Entonces, ¡buenas noches! —dijo mientras se despedía con la mano.
Haciendo sonar su garganta suavemente, Yin Shaojie dejó la habitación de mala gana.
…
Pasadas las 10 de la noche.
Yin Shaojie usualmente estaría fuera divirtiéndose a esta hora, así que no podía dormir. Tirado en el sillón, se quedó mirando fijo el techo pensando cómo recuperar la habitación.
Fue a la habitación de huéspedes que Mu Xiaoxiao había estado usando. La cama ya había sido retirada, así que no podía dormir ahí. En cambio, fue convertida en una habitación recreativa. Por suerte, su madre conocía sus gustos e intereses y no sólo preparó juegos de consolas de diferentes tipos, sino que también una gran variedad de otros juegos. Fue por esto que no se enojó.
Cuando estaba a punto de pararse a buscar una cerveza, sintió el sonido de unos pasos.
Mu Xiaoxiao estaba muy feliz por la habitación e incluso cantaba alegremente.
Yin Shaojie se puso de pie y preguntó: —¿Por qué saliste de la habitación?
—Tengo sed, así que voy a buscar algo para beber. —Mu Xiaoxiao fue a la cocina y tomó un refresco del refrigerador.
—Tráeme una cerveza —ordenó Yin Shaojie.
Mu Xiaoxiao ignoró el tono de mando en su voz. No quería discutir con él porque estaba de buen humor, tomó una lata de cerveza y se la arrojó. Luego se sentó en la alfombra apoyando la espalda en el sillón con una pierna sobre la otra.
—¿Dónde está el control remoto? ¡Quiero ver la televisión! —Buscó a su alrededor. Incapaz de encontrarlo, estiró su mano frente a él.
Yin Shaojie excavó un poco en el sillón y cuando encontró el control, lo puso en la mano de Xiaoxiao.
Mu Xiaoxiao comenzó a cambiar los canales.
Mientras tanto, él miró el perfil de su cara y se dio cuenta que esta chica se estaba poniendo cada vez más encantadora con el paso de los años. En el pasado, su cara era redonda y tierna como un pequeño gatito de cara redondeada. Ahora, su rostro era más maduro y su mentón era más puntiagudo y más angular, haciendo que su rostro luciera refinado.
—Ey, ¿el chico con el que te juntaste hoy en la cafetería era el atractivo hombre del que tanto hablabas? Si esa es tu idea de un hombre guapo, tu gusto es realmente malo —dijo de la nada.
Mu Xiaoxiao lo miró y sonrió. —¿Por qué? ¿Estás celoso?
—¡Buah! ¿Por qué estaría celoso? Ese chico no es comparable a mí—dijo, resoplando con desprecio al ser comparado con el otro chico.
Su apariencia y carisma eran muy superiores a aquel chico.
Bebiendo su trago, Mu Xiaoxiao sonrió misteriosamente. —Te has equivocado. El hombre atractivo al que me refiero claramente no es él. ¿Desde cuándo mis gustos son tan malos? Sólo le pedí a mi compañero de clases que me acompañara a almorzar porque el verdadero Señor Atractivo estaba ocupado.
Oh, por favor, ella estuvo rodeada por adonices y bellezas desde que era pequeña. Sus gustos eran muy refinados.